Por Isidro Rodríguez Silva
A sus 78 años, ha publicado varios libros sobre la educación y sus retos en el siglo XXI. Recientemente apareció una de sus publicaciones La universidad del futuro , compuesta por diez ensayos que abordan la preocupación por identificar esas transformaciones en la educación.
Carlos Tünnermann Bernheim, frente a los desafíos provenientes del conocimiento contemporáneo, de la sociedad global y de la revolución de las comunicaciones y la información, habla con urgencia de estructurar las respuestas de las instituciones de educación superior.
:::¿Qué reflexión tiene a propósito del bicentenario de la UNAN de León?
La conmemoración del bicentenario debe ser una ocasión propicia para la reflexión profunda sobre cuál debe ser el rol de la universidad en la sociedad del siglo XXI y en las circunstancias que actualmente vive Nicaragua de profunda crisis ética e institucional.
:::Con 24 años fue nombrado Secretario General de la Universidad Nacional, ¿qué tal su experiencia al trabajar junto a Mariano Fiallos Gil?
Él me propuso acompañarle en su gestión y me explicó que, entre las condiciones que había puesto al presidente Luis Somoza Debayle para aceptar el cargo, figuraba la de otorgar a la universidad plena autonomía universitaria en el plazo de un año y que pudiera nombrar a sus colaboradores inmediatos libremente, mientras se decretaba la autonomía.
Fue así como, no obstante la oposición de figuras prominentes del somocismo, como el senador Crisanto Sacasa y del propio Ministro de Educación de entonces, René Schick, fui nombrado. Así tuve la oportunidad de colaborar estrechamente con el rector Fiallos en la inmensa tarea de transformar la universidad y de redactar el proyecto de Ley Orgánica de la UNAN, que le conferiría plena autonomía docente, académica y administrativa a la universidad, y que Luis Somoza Debayle aprobó sin cambiarle ni una coma, en cumplimiento de su promesa.
:::¿Siendo uno de los impulsores de la autonomía universitaria, qué ha significado para usted?
Un pensamiento: Todo se lo debo al Señor
Una creencia: El destino uno se lo forma
Un día: El día de mi matrimonio con Rosa Carlota, el nacimiento de mis hijos
Un amor: El matrimonial, estamos felices
Un consejo: Se necesita una juventud comprometida
Un pasatiempo: La lectura antes era la filatelia
Un color: El celeste
Un nombre: Mariano Fiallos Gil fue mi mentor
Una comida: Es puré de papas
Una canción: Solamente una vez
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Mi compromiso con la lucha por la autonomía universitaria se inició desde que era estudiante en la Facultad de Derecho. Dicté conferencias sobre el tema, presidí una comisión proautonomía, participé en la redacción de un anteproyecto de Ley Orgánica, que los estudiantes llevamos a la Cámara de Diputados en octubre de 1955, pero que la aplanadora de diputados somocistas rechazó.
Más tarde, siendo rector, encabecé la campaña para lograr la constitucionalización del principio de la autonomía universitaria y la asignación del dos por ciento del Presupuesto General Ordinario del Estado a la UNAN. Ambos puntos fueron incorporados a la Constitución Política en la reforma parcial aprobada en mayo de 1966. En 1971, con el apoyo de los estudiantes, lancé la campaña por el 6 por ciento, la que se suspendió a raíz del terremoto que destruyó la ciudad de Managua. El 6 por ciento se logró años más tarde, en la Ley 89 de abril de 1990.
:::¿Cuál cree ha sido su legado como rector?
Mi legado fue la continuación de la obra del rector Fiallos y mantener, pese a los ataques de la dictadura de Anastasio Somoza Debayle, incólume el principio de la autonomía. Fuimos realmente leales al nuevo lema de la UNAN: “A la libertad por la Universidad”.
La UNAN fue, durante mis diez años como rector, la única isla de libertad en el país, en medio de la más férrea dictadura. Además, profundizamos la reforma universitaria y fortalecimos los estudios generales y la departamentalización; se pasó de 10 carreras a 27 carreras; se construyó en 1968 el Recinto Universitario Rubén Darío de Managua, hoy UNAN-Managua; se adquirieron las 41 manzanas donde hoy funciona el Campus Médico en León; se construyó el nuevo edificio de la Facultad de Derecho; presidí el equipo que logró el descubrimiento de las ruinas de León Viejo, hoy Patrimonio de la Humanidad; fundé la Editorial Universitaria, el Departamento de Bienestar Estudiantil y el Centro Regional de Carazo, etc. Pero, lo más importante de mi legado es que la universidad fue una institución libre y asumió, responsablemente, el ejercicio de su función crítica, pese a la dictadura.
:::¿Todavía existe una permanencia del pensamiento de Mariano Fiallos Gil?
Es triste decirlo, no se está respetando el pensamiento universitario de Mariano Fiallos Gil. Este fue muy claro en lo referente a la relación entre la universidad y la política. En repetidas ocasiones, él afirmó su propósito de espantar de la universidad toda clase de politiquerías, tanto de arriba como de abajo, puesto que no es esa la razón de ser de la universidad. A quienes propugnaban por el activismo político dentro de los recintos universitarios el rector los detuvo valientemente diciéndoles: “¡No queremos aquí barricadas ni estatuas de políticos!”
A quienes incitaban a los estudiantes a lanzarse a la lucha callejera el rector advirtió: Señores, “¡ni servilismo, ni cerrilismo!” Lo que ahora vemos en la UNAN-León es decepcionante.
:::¿Qué está pasando ahora en la universidad?
El propio rector es el jefe de campaña de un partido político. El Sindicato de Profesores de la UNAN-León, por medio de su secretario Arnoldo Toruño, ha expresado que la universidad atraviesa una de las crisis más graves de su historia debido a la influencia de los grupos orteguistas, que quieren convertir la universidad en un simple centro de adiestramiento e indoctrinamiento partidario.
:::¿Está jugando un rol protagónico la universidad nicaragüense, en cuanto a valores éticos y pedagógicos?
Creo que no todas las universidades del país están jugando un rol protagónico en la vida nacional, como promotoras de valores éticos, a como ocurrió en las décadas de los años sesenta y setenta del siglo recién pasado.
En este país suceden muchas cosas ante las cuales las universidades permanecen mudas, y que merecerían que ellas se pronunciaran para orientar a la sociedad.
:::¿Se está creando una universidad con visión de futuro?
Las universidades deberían también cumplir la importantísima función prospectiva, es decir, proponer a la sociedad los escenarios futuros y señalar cuál es el más conveniente para el país y qué medidas debemos tomar ahora para alcanzar un mejor futuro para el pueblo nicaragüense.
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