Los obispos de Managua Leopoldo Brenes y Silvio Báez clamaron el viernes, a través de un comunicado, “que ningún grupo se aproveche con fines políticos” del asesinato del padre Marlon Pupiro, ocurrido hace once días en circunstancias que la Policía aún no esclarece totalmente. Pero la demanda parece que no llegó a oídos del presidente Daniel Ortega, quien el mismo día por la noche declaró que Pupiro “tenía buenas relaciones con las autoridades locales y la alcaldía sandinista” e insinuó que por eso “él no tenía diferencias ideológicas con la población”.
Ver en la versión impresa las páginas: 5 A