Por Arnulfo Agüero

Autor de la novela Vida y Amores de Alfonso Palomino , y del libro Cuentos nuevos , Premio de Literatura “María Teresa Sánchez” 2010, Alemán Ocampo anuncia que está a la puerta la publicación de tres de sus ensayos inéditos: Las lenguas de Nicaragua , estudio documental regionalista de la lingüística y gramática; su segundo texto El mundo garífuña en la Nicaragua de hoy , aborda con nuevos datos la historia de estas etnias del caribe nicaragüense.

Y su tercera investigación titulada: Los manuscritos del Coronel Roberto Hodgson , documento que parte del Archivo de Indias en Sevilla, de 1784, contiene historias sobre la Costa Caribe de los años treinta a los noventa del siglo XVIII.

La vida de este escritor parte de sus vivencias felices de su niñez en Diriá, en una finca de Diriomo, y en los campos de la laguna de Apoyo.

De sus recuerdos de su primer maestro, su papá Carlos Alemán Espinosa, quien le enseñó la versificación musicalizada de Rubén Darío. Luego comenzó a leer en las bibliotecas pueblerinas, autores del siglo de oro español, y literatura de la vanguardia nicaragüense.

Si bien es cierto que la poesía dariana fue la primera en llegar a su vida, fue el contar historias lo que marcó su pasión por la escritura de lo popular.

Sus primeros maestros fueron los jesuitas, ellos le dieron el primer impulso en la realización de la composiciones literarias, principalmente las narrativas, relacionadas al cuento, ensayo y el relato.

Años posteriores se dio a la tarea de leer autores como Jean Paul Sartre, Vasco Patrolini, Curzio Malaparte Falconi, y otros del realismo italiano, abriéndole una perspectiva diferente de la visión bucólica rural nicaragüense.

Durante su juventud viajó a México a estudiar economía, pero sin apartarse de la lectura de escritores latinoamericanos. Se relacionó ocasionalmente con figuras como José Emilio Pacheco, Carlos Shaffer y el intelectual de la izquierda mexicana, Pepe Revueltas.

NOVELAS URBANAS DE LOS AÑOS SESENTA

Tres años antes del terremoto de 1972, escribe su primer novela En esos días , la historia de este libro trata el mundo nocturno de las discotecas, como la famosa Tortuga morada, donde acudía la chavalada de los años sesenta de Managua.

Estudia Ciencias de la Educación con maestros como Julián Corrales, y Guillermo Rothschuh Tablada, Fidel Coloma, posteriormente viaja a España donde realiza su doctorado en lingüística, en la Universidad Complutense de Madrid, España. En 1975, publica su tesis Cuestiones de la lengua , 1980.

Para esta época rescata memorias de la Cruzada Nacional de la Alfabetización al dar a conocer su crónica Y también enséñenles a leer ; posteriormente escribe el documental Y se hizo la canoa .

Su segunda novela Bording House San Antonio , fue publicada por la Editorial Factor, en México de 1985.

Esta obra literaria fue escrita en los años sesenta y aborda capítulos sobre la Managua de entonces, su ambiente de pensiones y personajes como prostitutas, vendedores, y empleados públicos.

Este camino abierto de la novela urbana con sus costumbres y personajes populares, fue seguido en parte por el narrador Juan Aburto (1918–1988), y Pedro Joaquín Chamorro (1924-1978) que publicaron después de él.

Su lenguaje narrativo se distancia del coloquial del cuentista Fernando Silva, que escribe como se habla, ya que su estilo es de temas urbanos y recreado literariamente. Pablo Antonio Cuadra le dijo una vez que él “estaba haciendo literatura del lenguaje y vida del nicaragüense”.

VIDA Y AMORES DE ALONSO PALOMINO

Sobre este pensamiento y estilo de la Managua urbana escribe su novela Vida y Amores de Alonso Palomino , el cual recibe en 1995 el Premio Nacional “Rubén Darío”. A la fecha cuenta con diez ediciones y ha llegado a ser un texto de consulta en los colegios de secundaria del país.

Lo más relevante de este libro es la aventura del lenguaje: “El habla nicaragüense hecha literatura”, comenta el autor. Y la confrontación entre el mundo rural y el urbano.

Su contenido anecdótico es material recogido de las vivencias de personajes populares de los mercados y nativos de los pueblos, como Palomino que tenía su mujer en el pueblo, Clorinda, y su amante Gertrudis, en la capital, y otras que pasan como “aventuras pasajeras”, como la Juanita Picado.

HISTORIADOR DE LA PINTURA NICARAGÜENSE

Otra de sus facetas de historiador pasa por las artes plásticas. En México conoció las pinturas de Diego Rivera y Frida Kahlo, de la pintora surrealista Remedios Varo.

En Nicaragua, trabajó como subdirector en la Escuela de Bellas Artes (1967-1969) etapa del surgimiento de la pintura contemporánea en Nicaragua, cuando era entonces director Rodrigo Peñalba, y el grupo Praxis estaba en apogeo.

En 1999 llega a ser temporalmente director de la Escuela Nacional de Artes Plásticas. Escribe un ensayo sobre las artes plásticas en Nicaragua, que Jorge Eduardo Arellano ha tomado como referente para sus escritos de la pintura nicaragüense.

Ver en la versión impresa las páginas: 7 B