Por Lucía Navas
El Fondo Monetario Internacional (FMI) sigue poco optimista en que Nicaragua logre un crecimiento del cuatro por ciento al cierre del 2011, a pesar de que el propio presidente del Banco Central de Nicaragua (BCN), Antenor Rosales, ha insistido y defendido que esa meta será alcanzada.
En un comunicado de prensa emitido esta tarde, el jefe de la misión para Nicaragua del FMI, Marcello Estevão, reconoce que la economía nicaragüense “continuó creciendo a un ritmo robusto durante el primer semestre de 2011”, aunque los “signos de debilidad provenientes de la economía mundial” representan para el país “una fuente de riesgo hacia el futuro”.
Ante este factor de la inestabilidad económica mundial, al existir cada vez la posibilidad de que se entre a una nueva recesión, el FMI proyecta que el resto del año el personal técnico del FMI espere “una desaceleración moderada del crecimiento del PIB y de la tasa de inflación con respecto al año 2010” en la economía de Nicaragua.
Esa tendencia de desaceleración de la economía, proyecta el organismo internacional, continuará en 2012. EL BCN ha previsto que el PIB de Nicaragua alcance el 3.8 por ciento el próximo año.
Lo declarado por Estevão se da al terminar la visita de la misión del FMI que del 30 de agosto al 9 de septiembre pasado, realizaron en Managua la séptima y última revisión del programa de Servicio de Crédito Ampliado (SCA).
De este exámen final depende que el país reciba el desembolso de 49 millones de dólares, 9 millones de dólares de crédito del FMI y 40 millones de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
