14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Del campo al teatro popular

Nadie que ve a Gerardo Molinares, con un sugerente vestido rojo, tacones altos y un sombrero de alas, vestuario de la obra De macho a macho , creería que es un obrero agrícola que dejó el trabajo en las haciendas de café para dedicarse al arte dramático.

Nadie que ve a Gerardo Molinares, con un sugerente vestido rojo, tacones altos y un sombrero de alas, vestuario de la obra De macho a macho , creería que es un obrero agrícola que dejó el trabajo en las haciendas de café para dedicarse al arte dramático.

Llegó deslumbrado por la magia de este arte a la compañía teatral Nixtayolero, pasando por diferentes roles: actor, coordinador de la compañía y administrador.

Posteriormente funda la Compañía teatral Tecum Umani, que actualmente está integrada por campesinos y jóvenes de comunidades rurales del municipio de San Ramón, Matagalpa.

De igual forma hace tres años fundó un nuevo grupo de teatro en Boaco y Camoapa que lleva por nombre ADINJA.

Con estos grupos ha hecho cinco giras por Centroamérica con la obra F unerales en el Porvenir, y la segunda versión De macho a macho , mismas que se han exhibido 65 veces la primera y 42 la segunda, en Nicaragua y toda la región centroamericana.

¿Cómo llegó al teatro?

LA PRENSA/URIEL MOLINA

Tenía 15 años y me divertía mucho el humor, el baile, las canciones, los cuentos que contaba Pedro Quiroz. Un día, Caridad Chao, la cubana que asesoraba al grupo, me invitó a un ejercicio teatral y participé. Salí muy bien y ella me propuso que me integrara al grupo. De esa manera empecé a actuar en obras para niños que se llamaban El cangrejo volado r, El camarón encantado , entre otras.

¿De dónde viene la necesidad de un teatro campesino?

Nicaragua es un país agrario con un altísimo porcentaje de población en condiciones de pobreza y pobreza extrema, población con altos índices de analfabetismo, sumida en la marginalidad y la exclusión social, política y cultural. Esta exclusión, para bien o para mal, ha permitido que se conserve una rica tradición oral y musical; mitos, creencias y prácticas culturales que representan parte de la identidad campesina.

En este contexto surge la necesidad de una estética teatral que refleje esa realidad, que denuncie las desigualdades y la injusticia social.

¿ De qué forma trabaja el proceso de la realidad a la historia dramática?

[doap_box title=”Puestas en escenas” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

El paraíso perdido, pieza sobre el tema ambiental desde una visión campesina con enfoque de género.

De amores y hierbabuena, dedicada las contradicciones de género entre mujeres.

Código de la esperanza, trata sobre la carencia de protección y defensa de los derechos de la niñez.

La cara oculta del café, sobre la explotación laboral de los niños y niñas en las haciendas de café.

La grandeza de ser pequeña en un viaje al cielo, sobre el maltrato de los niños y las niñas en el campo.

[/doap_box]

Hacemos una investigación del tema que queremos abordar. Luego analizamos los resultados, complementamos la información con documentación bibliográfica. Determinamos el enfoque que le queremos dar al montaje. Recopilamos las historias de la realidad social, escogemos la que más se aproxima a los resultados de nuestro análisis y al enfoque que hemos escogido.

¿Existen sectores sociales que no les gusta el teatro que hace debido a la denuncia en las obras?

Efectivamente sí, pero el teatro tiene el don de la crítica, la denuncia social, el cuestionamiento… En una sociedad con tanta desigualdad y tanta injusticia como la nuestra se debe hacer un teatro crítico y transformador. Y ese teatro se tolera poco. Hay un teatro crítico en el país, que hasta cierto punto se autocensura por la intolerancia política. Funerales en el Porvenir es una obra muy crítica y ha sido rechazada por gente que desde las estructuras establece relaciones de poder.

Es una obra que critica el autoritarismo, el caudillismo y el abuso de poder; denuncia las desigualdades entre hombres y mujeres, entre adultos y jóvenes. Esta obra, de alguna forma, aquí en el país, fue censurada, y no por el Gobierno, sino que por esa gente que no tolera la crítica.

¿Cómo es el comportamiento del público ante una obra que toca el machismo, como su reciente puesta en escena De macho a macho?

1316135501_16-Molinares 4

Muy respetuoso y educado. Un público muy complacido y satisfecho. A la población campesina le fascina el teatro y sabemos que teatro es lo que le gusta.

¿Ante una sociedad cada vez más violenta, cree que el teatro tiene algo que decir o hacer?

Por supuesto que sí, el arte teatral es un instrumento de lucha y aunque suene paradójico en el lenguaje, con lo primero que hay que batallar es con la violencia contra las mujeres, el aumento de los femicidios (el asesinato de las mujeres por los hombres) y los feminicidios (la mano criminal del Estado que no da respuesta con políticas de Estado). Creo que el teatro puede ser la voz del pueblo en contraposición a la gran farsa de pan y circo. Pero se necesita teatristas con agallas, no bufones de la corte.

¿Cómo fomenta la identidad cultural nacional en sus puestas en escenas?

Reivindicamos la tradición oral, los cuentos, las leyendas, los mitos, las creencias, los símbolos campesinos, la música, el habla y las formas y códigos de comunicación rural, como parte sustancial del contenido de nuestras obras. Como valores culturales, pero la identidad cultural va más allá del folclor, los valores humanos que prevalecen son parte de la identidad cultural y es fundamental su potenciación como tan esencial es el cuestionamiento de los antivalores. La honradez, la lealtad, la humildad son valores de la identidad cultural en el campo, así como el machismo, el adultismo, el individualismo, el autoritarismo son antivalores que forman parte de nuestra identidad cultural y que siempre hay que cuestionar.

Siendo de origen campesino, ¿cree que vale la pena hacer teatro en Nicaragua, es rentable, económica y espiritualmente?

No solo vale la pena es imprescindible hacer teatro. El teatro, visto desde la perspectiva económica no es rentable. Si nos dedicáramos solo a hacer teatro y sobre todo con el nivel de criticidad con que frecuentamos hacerlo, nos morimos de hambre. ¿Quién te va a pagar un teatro comprometido? La sostenibilidad de Tecum Umani se debe a que medio tiempo estamos en escena y medio tiempo en la parcela cultivando maíz, frijoles, café. En 15 años hemos visto nacer, crecer y morir a muchos grupos de teatro. Y a pesar de nuestras limitaciones técnicas y teóricas, consideramos que ya hay semillitas para el desarrollo de una dramaturgia rural.

Empezó muy joven haciendo teatro, fundó Tecum Umani, ahora trabaja con ADINJA. ¿Cómo nace ese espíritu de trabajar con la juventud?

Siempre he dicho que quiero devolver lo que a mí me dieron. Soy lo que soy porque hubo gente que me apoyó, me ayudó a salir adelante.

Los jóvenes son un potencial que estamos desaprovechando para el desarrollo del país, pero no son objetos, no son instrumentos, son fuertes y capaces, y el teatro puede exaltar esas cualidades y encauzarlas en una lucha propia.

Cultura campo De Macho a Macho teatro archivo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí