Gisella Canales Ewest
A 26 kilómetros de la capital se encuentra un antiguo pueblo indígena: Nindirí, municipio de Masaya.
Ahí, pobladores organizados en la cooperativa Asociación para el Desarrollo Integral del Ecosistema (ADIE) promueven la ruta turística “La Magia del Tiempo” , que pretende impulsar el desarrollo turístico en la zona.
La ruta se ajusta al gusto y presupuesto del visitante, e incluye tradiciones populares, vistas panorámicas e historia.
US$ 134 Es el precio para el paquete de ocho personas. También se reciben grupos de cuatro y seis personas.
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Ahí el colectivo de mujeres Luisa Amanda Gaitán enseña a los visitantes a dar forma a las hojas de la mazorca de maíz, mecate de chagüite, anelina y pega, para transformarlo en tarjetas, coronas navideñas, muñecas, flores y hasta nacimientos.
Francisca Pavón y Lucila Mercado, del colectivo de mujeres, cuentan que los visitantes que llegan a El Portillo son llevados al taller de artesanías, donde aprenden a hacer las manualidades.
Regularmente las artesanías que elabora este colectivo, son vendidas en mercados de Managua y el Mercado de Artesanías de Masaya.
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Justo Pastor Ramos, presidente de ADIE, cuenta que con ese recorrido se busca promover la protección del medioambiente y aprovechar los recursos naturales con fines turísticos.
En total, agrega, ADIE cuenta con tres rutas que buscan mostrar lo mejor del turismo rural comunitario de Nindirí: La Magia del Tiempo, La Ruta de los Dirianes y La Ruta del Campo, pero es en la primera que están centrando sus expectativas.
“Es un despertar del viejo letargo hacia la búsqueda de más alternativas”, explica Ramos.
Dicha ruta se promueve con apoyo de la Cooperación Italiana Re.Te, y el aporte de ST-EP (Turismo Sostenible para la Eliminación de la Pobreza), iniciativa de la Organización Mundial del Turismo.
EL RECORRIDO
Una vez ya en Nindirí, el recorrido inicia en la Hacienda Los Brenes, desde donde se sale en una carreta jalada por bueyes hacia la Ceiba Cuape, donde un grupo de chamanes recibe a los visitantes para hacer demostraciones de medicina natural.
El camino continúa hacia el centro de la ciudad, donde la siguiente parada es en la iglesia Santa Ana de Nindirí, que data del año 1600.
En esa parroquia, explica Ramos, se encuentran varias de las imágenes religiosas más antiguas del país, desde el período colonial, y más antiguos altares del mismo origen.
En total, en esa iglesia de paredes construidas con barro, zacate y clara de huevo, hay 34 imágenes, de las cuales 22 tienen varios cientos de años de antigüedad.
Saliendo de la iglesia se hace un recorrido por las casas más antiguas de la ciudad, entre ellas la de Apolonio Martínez, que data más o menos del año 1500, explica el guía.
El Museo Arqueológico Tenderí es la siguiente parada. Ahí se encuentran piezas precolombinas de uso ceremonial, ornamentales, fúnebres, amuletos, estatuas y hasta osamentas. En ese museo se puede encontrar piezas desde el año 600 d. C., explica Ana María Gutiérrez, directora.
Dicho museo fue fundado por José María Gutiérrez, quien pensó en un museo cuando empezó a encontrar piezas precolombinas en su propiedad mientras realizaba actividades de agricultura.
La ruta incluye la visita y estadía en el hospedaje Las Cabañas Encantadas, desde donde se puede apreciar la laguna de Masaya en toda su magnitud.
Ahí se realiza la presentación de artesanía elaborada con tuza (hojas de elote) por el colectivo de mujeres Luisa Amanda Gaitán, de la comunidad El Portillo.
“La Magia del Tiempo” continúa con una noche de cuentos y leyendas acompañada con música típica, más la estadía en el hospedaje.
Para el segundo día se organiza la visita al Parque Nacional Volcán Masaya, volcán activo hacia cuyo cráter se puede ingresar mediante carretera pavimentada.
Ahí se visita el Centro de Interpretación y el cráter Santiago.
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