EFE
El vicepresidente de Nicaragua, Jaime Morales Carazo, criticó hoy al gobernante Daniel Ortega por utilizar en sus actos partidarios los autobuses del transporte colectivo de Managua para movilizar a miles de sus simpatizantes, lo que deja a un sector de los nicaragüenses sin ese servicio.
“Que se dé un ordenamiento mínimo para que no siga ocurriendo esto, porque creo que se comete un abuso con la ciudadanía dejándola a ‘pincel’ (a pie)”, dijo a los periodistas Morales Carazo, un liberal que llegó al cargo como aliado de los sandinistas.
En los últimos tres sábados, el presidente Ortega, que aspira a una reelección cuya legalidad es cuestionada en los comicios del 6 de noviembre próximo, ha presentado su plan de Gobierno en el interior del país para lo cual ha movilizado a miles de seguidores en autobuses del transporte público de Managua.
Diversos sectores han considerado que el líder sandinista, que lidera la intención de votos según todas las encuestas, alquila unas 400 de las 800 unidades de autobuses de la capital. Los transportistas no han querido dar detalles al respecto.
El vicepresidente nicaragüense consideró que “debe regularse” el uso partidario del transporte colectivo, aunque justificó los actos de proselitismo de Ortega, porque “no son en días de gran actividad de trabajo”.
“Lo que pasa es que el arrastre que tiene el Frente (Sandinista de Liberación Nacional, FSLN) aparentemente es muchísimo mayor que los otros (partidos) y dejan a pie a mucha gente”, señaló.
El transporte público de Managua moviliza de 800.000 a un millón de personas al día, según las autoridades.
Ortega presidió el sábado un mitin en las faldas del volcán Mombacho, en la provincia de Granada, a 48 kilómetros al sur de Managua.
Imágenes de la televisión local mostraron ese día a decenas de personas esperando una unidad de transporte colectivo en diversas paradas de la capital y a otras caminando.
El sandinista disidente y candidato opositor a la vicepresidencia por la alianza Partido Liberal Independiente (PLI), Edmundo Jarquín, criticó ayer a Ortega por “obligar” a un sector de los nicaragüenses a caminar “kilómetros” los fines de semana.
Para sus actos, Ortega utiliza parte de las nuevas 465 unidades de autobuses rusos y mexicanos que ingresaron este año a Nicaragua.
Rusia donó a Nicaragua 380 unidades de transporte, en tanto el Gobierno sandinista gestionó con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) un préstamo por 24 millones de dólares para comprar 350 autobuses a México.
Ortega aspira a continuar en el poder por cinco años más pese a que existe una norma constitucional que prohíbe la reelección inmediata, que, sin embargo, fue declarada inaplicable por magistrados oficialistas de la Corte Suprema de Justicia.
La oposición ha calificado de “golpe a la democracia” la candidatura de Ortega.
En las elecciones del próximo 6 de noviembre, unos 3,4 millones de nicaragüenses elegirán a su presidente, vicepresidente, 90 diputados ante el Parlamento y 20 ante el Parlamento Centroamericano (Parlacen).