Por Tania Sirias
El analista político Emilio Álvarez Montalván habla con mucho aprecio de su amigo Fernando Agüero Rocha (q.e.p.d.). “Él era un hombre que tenía el apoyo popular masivo. Despertaba simpatía en el pueblo”, recordó.
Para Montalván, quien además es politólogo e historiador, Agüero fue el último intento civilista por derrotar la dictadura somocista.
“Su trayectoria política (como líder del Partido Conservador) fue congruente con sus ideales”, agregó Montalván.
Con el triunfo de la revolución sandinista los bienes de Agüero fueron confiscados y se fue al exilio a Miami.
En 1988 reapareció en la vida política al ser uno de los asesores de la contra en las negociaciones de paz con el régimen sandinista en Sapoá.
En las elecciones de 1990 fue candidato presidencial por el Partido Social Conservatismo, tras perder mantuvo un bajo perfil en la política. Intentó infructuosamente unir a la familia conservadora.
Fernando Agüero falleció el pasado 27 de septiembre, a la edad de 91 años, tras permanecer varios días hospitalizado.