Por: Saúl Martínez
Las piernas de doña Francisca Carmona no le responden para caminar y su cabello se le cae. Ella forma parte de 560 mujeres del municipio de Chinandega y un grupo de la zona norte fronteriza, extrabajadoras del banano, que demandan una indemnización a empresas multinacionales por las afectaciones que les produjo exponerse al pesticida Dibrocloropropano Nemagón Fumazone.
“Primero Cristo que nos llegue esa ayuda que necesitamos”, dijo doña Francisca Carmona, originaria de la Villa 15 de Julio, durante una reunión con el resto de demandantes.
Victorino Espinales, líder de la Asociación de Trabajadores y extrabajadores del banano, afectados con el Nemagón y Fumazone (Asotraexdan), manifestó que falsos dirigentes, abogados y hasta gobernantes han pisoteado el derecho de las mujeres que laboraron en fincas bananeras en los años setenta.
Este fin de semana se hizo una queja pública ante una delegación del Centro Nicaragüense de los Derechos Humanos (Cenidh), con la asistencia del Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM), una delegación del Movimiento Rescate al Sandinismo, entre otros.
GOBIERNO CÓMPLICE
Espinales señaló que el Gobierno no tiene interés de ayudar y calificó de “pantomimas y pura propaganda con fines electoreros” las reuniones del Gobierno. Agregó que tiene el contacto directo con la Dole Food Company para hacer justicia a las mujeres que seleccionaban el banano durante su vida laboral en esas compañías.
Parte del pronunciamiento indica que el gobierno “ha pecado sobre advertido”, porque tiene conocimiento sobre este caso y se ha coludido con abogados extranjeros, nicaragüenses y seudodirigentes, que han agravado más la situación de las mujeres. Espinales catalogó el acuerdo regional con Costa Rica, Nicaragua y Honduras para favorecer a los afectados, como una situación “oscura y aguada”.
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