Por Moisés Martínez y Elizabeth Romero
Sin respuesta quedaron los reclamantes de las cédulas de identidad del poblado de San Juan de Río Coco debido a la represión policial, la tarde del miércoles pasado. La gestión que se pretendía hacer con las autoridades principales del Consejo Supremo Electoral (CSE) para obtener respuesta a sus demandas quedó “en el aire”.
“Desafortunadamente la acción policial impidió que llegáramos a acuerdos de forma pacífica y se le diera respuesta a los pobladores que están demandando sus cédulas. Ahora no sé cómo va a quedar eso”, dijo Roberto Petray, director ejecutivo de la ANPDH.
En vez de una solución al reclamo, lo que quedó en San Juan de Río Coco fueron heridos,
golpeados y resentimientos. A eso de las 2:00 p.m., de ayer, la Policía Nacional inició la entrega de los primeros seis detenidos durante el desalojo. Gradualmente se seguiría con este sistema, hasta liberar a los 27 detenidos.
Sin embargo, la entrega no fue cordial, porque el comisionado mayor Dolmus impidió que Petray estuviera presente, porque este anunció que lo denunciará ante Asuntos Internos por el desalojo violento en los tranques.
Los detenidos fueron recibidos por los líderes religiosos y representantes del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh). Pero, de las 1,200 cédulas que reclamaban los protestantes y que fue la razón por la que se dio el conflicto en este tranquilo poblado, no se dijo nada.
El funcionario del Cenidh, Gonzalo Carrión, dijo que un equipo de ese organismo constató que más de 40 personas fueron detenidas tras la protesta en San Juan de Río Coco, lo que ha provocado que la Policía se haya excedido en su actuación.
Agregó que recibió una llamada telefónica del activista de Hagamos Democracia, Juan Ramón Vílchez, quien le informó que “ha tenido que salir huyendo junto con otras personas que estaban siendo perseguidas por la Policía”.
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