Padres hispanos dicen que sus hijos están enfrentando más acoso y burlas en las escuelas de Alabama desde que la controversial ley de inmigración estatal entró en vigencia el mes pasado.
Durante un simple juego de baloncesto en un patio escolar, un grupo de niños hispanos de séptimo grado derrotaron recientemente a un grupo de muchachos de Alabama. La reacción fue inmediata, de acuerdo con la madre mexicana de uno de los ganadores, y azuzada por la nueva ley de inmigración del Estado.
“Ellos les dijeron: ‘Ustedes no deberían estar ganando. Deberían irse a México’”, dijo la mujer, quien no quería que se mencionase su nombre. Ella y su hijo están ilegalmente en el país.
El departamento estableció una línea telefónica directa bilingüe y una cuenta de correo electrónico para que los residentes reporten actos de violencia o amenazas basadas en raza o etnia a causa de la ley.
Los funcionarios federales han dicho que algunos padres —particularmente inmigrantes ilegales— pudieran estar absteniéndose de reportar los incidentes a maestros y directores por temor de entrar en contacto con funcionarios del gobierno estatal. Partidarios de la ley —que enfrenta cuestionamientos legales del gobierno federal, individuos y grupos privados— dicen que la misma es vital para reducir el costo del gobierno estatal y local al eliminar la asistencia social para inmigrantes ilegales.
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