Por: Gisella Canales E.
José Adán Aguerri es presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) desde el 2007, por lo cual ha podido seguir de cerca las políticas del gobierno de Daniel Ortega hacia el sector empresarial.
Lamenta que durante los primeros dos años, el Gobierno excluyó al sector privado de las decisiones económicas nacionales, como incrementos unilaterales de salario mínimo.
Pero desde 2009 las relaciones mejoraron, lo cual para muchos significó el inicio de una “luna de miel” entre el Gobierno y el Cosep. Al margen de esto, hoy el Cosep sostiene que si el próximo 6 de noviembre se reelige a Daniel Ortega, o se elige a otro candidato, se mantendrá en “la trinchera” para defender al empresariado de Nicaragua.
A casi cinco años del actual gobierno, ¿cómo lo valoran en materia económica?
Debemos señalar que para nosotros lo importante es que casi cinco años después de este gobierno, lo más importante de destacar es que Nicaragua sigue siendo Nicaragua empresaria, que el motor de la economía del país sigue siendo el sector privado, que en Nicaragua el 93 por ciento del empleo lo genera el sector privado y que el 83 por ciento de la economía, de las exportaciones, de las importaciones, del consumo, de las inversiones, lo hace el sector privado.
Pero había miedo en el sector privado ante un nuevo mandato de Daniel Ortega, debido a la experiencia de los ochenta.
Lo que más tenemos que destacar aquí es que el Cosep desde el 9 de noviembre del 2006, cuando tuvo su primera reunión en compañía de los consejeros con el entonces gobierno electo, fue claro en señalar que íbamos a mantenernos en la trinchera, que íbamos a asegurar que el sector privado iba a seguir siendo lo que era ya en aquel entonces, y que hoy se ha consolidado durante este tiempo. Así es que todo aquel ruido que existía, desde el punto de vista que el sector privado iba a desaparecer, que iba a ser confiscado, que volvíamos a la estatización, dijimos que lo íbamos a defender en la trinchera. Hemos hecho esa defensa día a día en estos cinco años, y los resultados ahí están.
Han percibido alguna intención de Ortega de volver a ese camino?
No… ha habido un denominador común en los cinco años, que ha sido el compromiso que ha tenido este gobierno, igual que el compromiso que han tenido los gobiernos de los últimos 20 años, en cuanto a mantener la estabilidad económica del país.
En términos de legalidad, respeto a las leyes, institucionalidad, ¿qué valoración le dan al gobierno de Ortega?
El posicionamiento de Cosep ha sido igualmente firme y constante en materia de institucionalidad. En ese sentido, no hemos dejado de estar presentes en cada uno de los temas que han sido producto de esa volatilidad política que enfrenta de manera permanente el país.
¿En ese sentido, está satisfecho el sector privado?
No. Ese es un tema que todavía es una asignatura pendiente, por supuesto. Esta es una situación en donde creo que debemos de empezar por darnos cuenta que institucionalmente el país va a empezar a caminar cuando encontremos primero una visión de país de parte de la clase política, y en segundo lugar cuando entendamos que los resultados se obtienen en unidad.
Se canceló este año la exportación de frijol rojo, y se autorizó la importación de huevo y pollo. ¿Esto no los alarma ante un eventual segundo período de Ortega?
Hay que entender el contexto de cada uno de los diferentes temas que hemos tenido que enfrentar y donde hemos tenido diferencias. Ese ha sido el rol nuestro y, probablemente, si no hubiera una gremialidad organizada y activa, este tipo de situaciones sucederían tal vez con más frecuencia.
¿Cómo visualizan un segundo período de Daniel Ortega?
Creo que lo más importante que hay en ese esquema es primero mantener en la conciencia del gobierno de turno —si ese fuera el gobierno que eligen los nicaragüenses el 6 de noviembre— la necesidad de seguir teniendo un diálogo permanente, un esquema de negociación permanente, un necesario proceso de continuidad en lo que es evidente que ha provocado resultados positivos.
Pero según han visto como se ha comportado recientemente, ¿creen ustedes que seguirían esa línea?
Nosotros vamos a mantener la misma línea, lo que es Cosep no va a cambiar la línea; Cosep va a seguir defendiendo el sector privado y vamos a estar preparados para que así sea. Si el gobierno mantiene la línea, bienvenido sea, si el gobierno cambia de línea tendremos que hacer lo que corresponda para defender lo que para nosotros es lo fundamental, que es el modelo de las libertades.
Hay quienes temen que en un segundo período, con mayor control en la Asamblea Nacional, Ortega podría ser más radical.
Creo que aquí lo importante es aprovechar este espacio para hacer un llamado a que todos los nicaragüenses salgamos a votar. En la medida que la mayoría de los nicaragüenses votemos, vamos a encontrar equilibrio en los poderes. En la medida que no sea la mayoría de los nicaragüenses la que salga a votar, corremos ese tipo de riesgos. Lo que eso no quita es que el Cosep va a estar listo para defender la posición que para nosotros es fundamental: la democracia y el sistema de libre empresa.
Ante un eventual gobierno de alguno de los partidos de oposición, ¿creen que Nicaragua seguiría por el camino que lleva?
Lo que nosotros estamos haciendo es entregándole a la clase política qué es lo que el país necesita desde el sector privado. Al final del día no es el gobierno, ya sea el gobierno del presidente Ortega o el gobierno de cualquier presidente que llegue, el que va a generar empleo en este país. No es el gobierno el que va a invertir en producir el empleo que demanda la población de este país, no es este gobierno ni ningún otro gobierno el que hace crecer este país. Por supuesto que los gobiernos ayudan en la medida que no obstaculizan, permiten que el crecimiento sea mayor, pero es el sector privado el que lleva el crecimiento a los países y esto es lo que le ha tocado a este sector privado.
¿No creen entonces que incida tanto en el desarrollo económico gane quien gane las elecciones?
Creo que lo que ya hay es claramente un crecimiento y una tendencia favorable, positiva, que está apuntalada por las inversiones que estamos realizando tanto el empresariado nacional como el empresariado internacional. Lo que nosotros debemos continuar es el esquema de asegurar que a través del diálogo social tengamos esas políticas salariales, que tengamos ese marco jurídico, que tengamos ese marco legal que permita seguir atrayendo esa inversión.
Qué candidato ven más idóneo para el país?
El sector empresarial nicaragüense es un sector que aglutina las diferentes ideologías políticas que existen en nuestro país, lo que hace posible el resultado de la gremialidad es que a pesar de esa amalgama de ideologías políticas que existen dentro del sector privado, ha sido el entender que el Cosep no es un partido político (…)Podemos señalar que hay un Cosep que va a defender al sector empresarial y al sector social del país.
José Adán Aguerri reitera que el Cosep espera que las elecciones del 6 de noviembre sean “un proceso cívico, un proceso con respeto, un proceso dentro del marco de la tolerancia y un proceso pacífico”. Confían en que los partidos políticos, así como la observación internacional y nacional, defenderán el voto y podrán evitar un fraude como el de 2008, y sostienen que se debe acreditar al Instituto para el Desarrollo (Ipade). “Yo espero, en lo particular; Cosep, en todo caso, ha apostado que la observación de la Unión Europea y de la Organización de Estados Americanos no va a permitir un fraude electoral como el que tuvimos en el 2008”, afirma.
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