Por: Octavio Enríquez
Nuestra ley permite que individuos del exterior puedan donar a las campañas sin ningún tipo de control, sin tener que dar su nombre, ni limitar el monto, esa parte está abierta. Incluso instituciones o Estados extranjeros pueden hacer esto también sin control, excepto que sean para capacitación”, añadió.
El problema es que “en un proceso electoral todo es capacitación, decir en que casilla votás es capacitación. Esa ventana así de abierta es peligrosa. Por esa vía en otros países ha entrado dinero bien ilegal, de narcotráfico. No es el caso en Nicaragua. En la medida en que tengás esa ventana abierta, se te va meter mucha cosa indeseable, incluyendo un injerencismo marcado de que en la política nicaragüense puede apostarse como si fuera un casino abierto al exterior”, declaró.
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Desde el año 2000, cuando asumió la presidencia del CSE Roberto Rivas, aliado de Ortega, la cifra se mantiene en 30 dólares por cada voto de nicaragüense. “Es el salario de los magistrados, su combustible de avión, sus compras en la ferretería Richardson y otras cuantas cosas que han salido a la luz, aparte de pagarle dos o tres consejos electorales municipales de los 153 que abrieron a tiempo y tenían papelería”, dice sobre los escándalos de corrupción que han salpicado a ese poder del Estado a lo largo de estos años.
Para Courtney lo lamentable es que el país gasta el triple de la media en otras naciones en la región.
“(Aquí) es el equivalente a casi a más de un tercio del presupuesto de educación del país, en un país donde tenés una cantidad extraordinaria de niños que no van a la escuela. Es una vergüenza”, se queja el experto.
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La recta final de la contienda electoral coloca nuevamente en las rotondas de Managua a jóvenes con camisetas donde se lee “Yo amo a Daniel (Ortega)” en la etapa en que los partidos políticos invierten más dinero para conquistar el poder, según fuentes de la Contraloría General de la República (CGR).
Miniaturas de escuelas y de clínicas están a la par de algunos de los activistas del oficialismo en las mismas rotondas. Se trata de maquetas con las que esta administración promociona sus obras en Managua.
Haciendo parte de este mismo coro, otro día niños felices le cantan al presidente y le dicen a gritos que “Nicaragua triunfará”, el título de su canción de campaña. Los filman. Los transmiten en esta trepidante contienda donde el partido de Gobierno aventaja en gastos por mucho a sus competidores.
El FSLN hace más movilizaciones, presenta más anuncios en la televisión y la presencia en los rótulos de su candidato es una realidad desde el día siguiente que empezó su mandato el 10 de enero de 2007, cuando lo ubicaron a la par de Darío y Sandino en un culto a su personalidad.
Según informes del FSLN, rendidos ante el Consejo Supremo Electoral (CSE), la promoción de la reelección ilegal de Ortega le ha costado a su partido 123.4 millones de córdobas desde noviembre del año pasado cuando se dio la convocatoria a elecciones generales.
La cantidad invertida por el partido gubernamental supera en cuatro veces la de la alianza Partido Liberal Independiente (PLI) que alcanza los 30.8 millones de córdobas. Después, en un tercer lugar, el Partido Liberal Constitucionalista con 18 millones de córdobas.
REVISAN GASTOS
Según el presidente de facto de la Contraloría, Guillermo Argüello Poessy, cinco equipos de auditores revisan los 44,338 folios que contienen las facturas y soportes de las alianzas políticas que participan en la elección porque durante 2012 el dinero será reembolsado a los partidos de acuerdo con una repartición, basada en los votos válidos sacados y excluyendo a las organizaciones que no obtengan el cuatro por ciento.
“Estos gastos son analizados para que el CSE pueda ordenar al Ministerio de Hacienda el pago de la llamada deuda política que es lo que reciben los partidos políticos en la participación que tienen en las elecciones municipales, regionales y nacionales”, explica Argüello Poessy.
El tema del financiamiento a los partidos políticos es el “problema no resuelto en todas las democracias del mundo”, dice por su parte Roberto Courtney, director del prestigioso grupo cívico Ética y Transparencia. De acuerdo con Courtney, los informes oficiales reflejan datos que son perfectamente comprensibles en el caso del partido de gobierno porque Ortega es propietario de medios de comunicación, lo que le abarata a su partido el gasto en publicidad, uno de los más caros en las campañas electorales.
“En este momento el gasto es difícil cuantificar. Las movilizaciones son bien complicadas. Hay una parte de publicidad que es de cortesía, tanto lo que publican en sus canales, acordate que la familia presidencial es dueña de un montón de canales que lo primero que presumís es que el pago es en especie, como menos, te saqué 20 comerciales, pues me das un beso en la mañana cuando nos despedimos. Estás hablando de familia”, explica Courtney.
EL FINANCIAMIENTO PRIVADO
El director de EyT asegura que el tema del financiamiento privado no está regulado en la legislación nacional y trae a colación después que Ortega recibe recursos de la cooperación de Venezuela con los que, por ejemplo, paga un complemento salarial a los empleados públicos desde abril de 2010.
En un inicio, este complemento fue de 525 córdobas y en mayo pasado, ya como candidato presidencial, lo elevó a 700 córdobas en un acto público donde se podía leer pancartas como “Con Daniel tenemos más trabajo”. “El financiamiento privado se recibe de compañías, individuos, personajes del extranjero. Según nuestra ley electoral no tiene límites de control, no hay límites a los montos que pueden darte, al monto que podés recibir de una compañía concreta, no hay requisitos que tenés que publicarlo”, añade Courtney.
“El bono es cuantificable, pero no lo podemos considerar como un gasto electoral, de campaña, no va ir en la solicitud de reembolso, es un financiamiento privado”, sostiene Courtney.
Según el especialista, la participación en el país de Alba de Nicaragua, S.A. (Albanisa), la sociedad comercial a través dela cual fluye la millonaria cooperación venezolana y que es controlada directamente por Ortega, representa un aspecto “bastante novedoso y preocupante por lo oscuro” de este vínculo con el Estado gracias al que la empresa recibe beneficios. “La forma de entrega la plata (bono) es curiosa, empieza a pensar que parte del problema es que (hay) un gasto de campaña permanente. ‘No le agradezcás al Estado nicaragüense este pago, agradecelo al Gobierno de la república, al presidente de la república, que es de su bolsa que está saliendo’”, añade Courtney. Además de eso, están los peculiares actos de gobierno en que se anuncian obras a la población y se pide la continuidad del mandatario sandinista.
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