Por Arnulfo Agüero
Gustavo González experimenta con tintas negras, rojas y sepias, la figura humana y su entorno social, el desnudo femenino estilizado y con sensaciones oníricas y el dibujo con tendencia e influencias del cómic contemporáneo.
En la actualidad trabaja una serie, con marcada influencia del grabador José Guadalupe Posada, autor de la célebre La muerte catrina, imagen mestiza de una calavera ataviada de ropas europeas, de flores y de fiesta.
Uno de los dibujos caricaturescos de González lo ha titulado Baraka dientona, efigie de la huesuda portando un casco militar, decorado con flores, y con alegorías de las logias masonas que satiriza el consumismo mundial.
De ese humor con carga sociopolítica que realizó el mexicano Posada a comienzos siglo XX se alimenta González, esta vez con una versión moderna y cuestionadora sobre la muerte o Baraka dientona. De su aprendizaje técnico, ha asimilado experiencias del taller de gráfica No Tradicional, impartido por María Gallo y Alicia Zamora, del profesor cubano Ricardo Maya y del maestro español Fernando Belvert, en grabado calcográfico.
Admira a los grandes artistas del Renacimiento europeo, que hicieron un grabado de alta calidad en la idea, altocontrastes y acabado de la línea, como Rembrandt, Rubens, Durero y Dyck, entre otros.