Por Leila Macor
LOS ÁNGELES/AFP
La fiscalía y la defensa terminaron elstemartes sus alegatos y pronunciarán el jueves los discursos de clausura en el juicio por homicidio involuntario al médico de Michael Jackson, Conrad Murray, luego de que éste se negara a dar su testimonio en la corte en Los Ángeles.
“¿La fiscalía termina sus alegatos?”, preguntó el juez Michael Pastor. “Sí”, respondió el fiscal David Walgren. “¿La defensa termina sus alegatos?”, cuestionó entonces el magistrado al abogado de la defensa Ed Chernoff. “Sí”, dijo éste.
Luego el juez Pastor levantó la sesión hasta el jueves, cuando ambas partes pronunciarán sus discursos de clausura en el sonado proceso que comenzó el 27 de septiembre.
Poco antes Murray, el cardiólogo de 58 años a quien la fiscalía responsabiliza por la muerte de Jackson hace dos años debido a una intoxicación de medicamentos, anunció que no testificaría en su propia defensa.
“¿Cuál es su decisión?”, le preguntó el juez Michael Pastor dentro de la sala, pero luego de que los jurados salieran del tribunal para un receso matutino.
“Mi decisión es que no testificaré en este asunto”, respondió el médico. El juez le preguntó entonces si había tomado esta decisión “libre y voluntariamente” y el acusado respondió: “Sí”.
La defensa alega que Jackson era un adicto desesperado y que causó su propia muerte al tomar una sobredosis de fármacos cuando el doctor no lo veía, mientras la fiscalía acusa a Murray de homicidio involuntario por “graves negligencias”.
La versión de Murray en este caso fue escuchada en la corte en los primeros días del juicio, a través de la grabación de dos horas de una entrevista que tuvo el médico con la policía pocos días después de la muerte del artista.
Muchos observadores habían anticipado que el doctor no se arriesgaría a exponerse al cáustico interrogatorio del fiscal David Walgren, quien fue aplaudido el lunes en los pasillos de la corte tras su duro cuestionamiento del testimonio del doctor Paul White, un experto llevado por la defensa.
Previamente, la fiscalía convocó de nuevo, para reforzar su postura, al especialista en propofol Steven Shafer, el anestesista que afirmó que Murray administró a Jackson mucho más lorazepam y propofol de lo que reconoció a la policía.
Más temprano también compareció el especialista del lado de la defensa, White, quien dijo al abogado Flanagan que los modelos computarizados como los que usó Shafer para basar su acusación “son estimaciones (…) sujetas a variabilidad”.
Murray dijo a la policía que dio a Jackson dos dosis de los sedantes lorazepam y midazolam en la madrugada del 25 de junio de 2009. Como el cantante seguía sin conciliar el sueño, el doctor le inyectó entonces el anestesiante propofol, ya entrada la mañana. Luego se ausentó brevemente de la habitación y al volver encontró que su paciente no respiraba.
Lo cierto es que en ese cuarto estaban solos Murray y Jackson y que cualquier interpretación sobre lo ocurrido es la palabra de uno de los científicos -Shafer o White- sobre la del otro.
Según dijo la semana pasada el analista Paul Geragos a CNN, la cuestión ya no es si el doctor actuó con negligencia, sino si esa negligencia condujo a la muerte del cantante.
Jackson sufría insomnio crónico, probablemente debido a su adicción al analgésico Demerol, según confirmó en el tribunal el especialista en adicciones Robert Waldman.
Testigos llamados por la fiscalía han calificado como una aberración tratar el insomnio con un anestesiante y concordaron en afirmar que Murray cometió graves faltas a su profesión, entre ellas no haber llamado inmediatamente a la emergencia cuando vio que Jackson no respondía. El doctor por su parte afirma que intentaba curar al artista de su adicción a este poderoso sedante que se usa en cirugías.
En la entrada del edificio de la Corte Superior de Los Ángeles, un puñado de seguidores de Jackson sostenía un cartel de más de tres metros de largo con mensajes de todas partes del mundo, enviados a través uno de los numerosos grupos en Facebook donde los fanáticos lamentan el fallecimiento del Rey del Pop.
Cuando la familia de Jackson salió del tribunal, en el piso 9 del edificio, otro grupo de seguidores se tomaron de las manos y se apostaron en fila a lo largo del pasillo, saludando a los padres del cantante, Katherine y Joe, y a dos deus hermanos, Randy y La Toya. Dos de las fanáticas del cantante sollozaron de emoción cuando los Jackson terminaron de pasar.
Murray puede pasar hasta cuatro años en prisión si es hallado culpable.