Horacio Peña
Vale la pena vivir , el nuevo libro de Norberto Herrera, revela una lengua de lo cotidiano, un lenguaje de humor. Él conversa e hilvana los recuerdos.
Aparece en el tiempo, la vida de su familia, los retratos y las pequeñas biografías sobre el abuelo. Pinceladas que nos revelan el carácter, el modo de ser de cada uno de ellos.
EL BARRIO, EL 23 DE JULIO
Luego está el barrio: Santo Domingo, San Sebastián, San Antonio, Los Ángeles y lo describe.
“Mis padres llegaron al barrio de Los Ángeles en 1930 y con la ayuda de mi abuelo paterno, Papa Grande, construyeron la casa”, narración que evoca la ciudad mítica, donde suceden día a día cosas milagrosas dentro de lo cotidiano. Están aquí los vecinos pioneros: don Concho, los Valle, don Corcino, don Eulogio, don Servando, personajes míticos ya, dentro del hacer y ser de la historia nicaragüense; Francisco “Chico Tobal”, el “Negro” Williams y que han encontrado en Norberto Herrera a uno de sus más fieles intérpretes.
Carlos Tünnermann, escritor
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Ese mundo trágico: dictaduras, asesinatos políticos, sublevaciones, traiciones, masacres, y todos sus interminables capítulos de muerte, se encuentra en El 23 de julio de 1959 . Otro mundo vivencial está en la tensión de ese día: “Ya no había tierra de nadie y quedamos literalmente frente a frente estudiantes y guardias, distanciados solamente por el largo de las bayonetas. Eso duró no más de cinco minutos”.
EL EDUCADOR
Herrera es un ferviente creyente de la educación, uno de los pioneros en la fundación de la Upoli, idea que surgió de la Convención Bautista.
También es imposible referirse a él sin considerar el papel que ha jugado en la Iglesia bautista, su trabajo en la Casa Bautista de Publicaciones, en El Paso, Texas, donde colaboró por varios años ejerciendo diferentes funciones.
Maestro en las clases dominicales de la congregación para jóvenes, adultos, casados, solteros. La obra espiritual, religiosa de Herrera está vinculada a la Iglesia Bautista, entre las alegrías de su vida están: “Dos grandes satisfacciones: el haber sido uno de los fundadores de la Upoli, obra educativa en Nicaragua y de la IBI (Iglesia Bautista Internacional), obra espiritual en los Estados Unidos”.
EL BEISBOL
Para conocer mejor a Norberto hay que leer los capítulos: El beisbol es la vida y La música y la radio en mi vida .
El beisbol para él reviste una singular característica: “Todo comenzó cuando mi padre me llevó al ‘field’ (el estadio de tabla que estaba hasta donde recién era el Cranshaw de futbol)”.
Encontramos en estos capítulos referencias a las clases sociales y a la política. La ida a ese juego lo marcó para siempre y el deporte se convirtió en otra pasión de su vida. El capítulo trae una lista de expresiones que se usan en el juego y que la cultura popular las ha convertido en “dichos”, que se usan en la jerga abogadil, negocios, política y sexual.
La música y la radio en mi vida es otro aspecto. Esa música del tiempo de Norberto nos recuerda una sociedad que bailó, cantó, romanceó, al compás de los cantantes que estaban de moda.
Hay que mencionar una serie de cartas, anécdotas, reflexiones, fotos, que nos traen ese pasado de Vale la pena vivir, en el espacio de esa vieja Managua con su mundo de personajes.
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