Madrid / EFE
Cristiano Ronaldo, delantero internacional portugués del Real Madrid, recibió su segunda Bota de Oro en un hotel de la capital de España, donde aseguró que cambiaría esa distinción individual “por la Liga o la Champions.”
“Si Dios no agradó a todos, cómo voy a hacerlo yo”, una de las frases que dejó Cristiano Ronaldo tras recoger por segunda vez la Bota de Oro —ya lo hizo en 2005—, premio que dedicó a sus compañeros del Real Madrid y a todas las personas que forman parte de su vida.
“Es un premio para todos los portugueses. Estoy muy agradecido y quiero compartir el trofeo con todos mis compañeros, con el equipo técnico, aficionados del Real Madrid, presidente, con mi familia, mi enamorada y mi hijo. Todos fueron muy importantes en lo que gané este año”, aseguró en un salón repleto en el que estaban personalidades de Portugal, familiares del jugador, Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, y Zinedine Zidane, entre otros.
Cristiano estuvo escoltado por dos futbolistas que hicieron historia, su compatriota Eusebio y Alfredo Di Stéfano, presidente de honor del Real Madrid. “Es un orgullo estar sentado con dos grandes del futbol. Un placer enorme”, afirmó.
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