Wilder Pérez R.
¿Quién no conoce a alguna abuelita con diabetes que prefiere morir comiendo lo que le gusta, antes que privarse de su cerdo frito o su cafecito?
La diabetes es una enfermedad que hace que los adultos se porten como niños, y estos como adultos.
Según el diabetólogo Manuel Tercero, la indisciplina al momento de cuidarse en una de las actitudes que más se repite en los pacientes diabéticos, o con azúcar alterada, especialmente los adultos.
“Cuando tienen 45 años de edad, ya tienen hábitos creados; si le decís que coma esto, y evite esto, se opone a su estilo de vida ya definido, mientras que a un niño se le puede ir moldeando”, explicó Tercero.
Al paciente diabético se le atribuyen dietas especiales cuando uno no conoce la enfermedad, pero el especialista dijo que en realidad estos pueden comer de todo, pero nada en exceso, menos lo que sea frito y gaseosas.
Una dieta balanceada y ejercicios puede evitar incluso la muerte, confirmó Tercero, que hoy atenderá gratis en la UNAN.
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