Por: Edgard Rodríguez C.
En una pelea que pasará a la historia, y no propiamente el espectáculo ofrecido, sino por la ridiculez de su fallo, el filipino Manny Pacquiao retuvo su corona mundial welter de la OMB, al imponerse por decisión mayoritaria, al mexicano Juan Manuel Márquez, en combate realizado anoche en el MGM de Las Vegas, Nevada.
Márquez, quien subió al entarimado como no favorito, se encargó de gobernar, aunque no necesariamente con extrema autoridad, las acciones de la pelea. Y llegó a acumular una ventaja ostensible, sin embargo, los jueces, que al parecer estaban de espaldas al cuadrilátero, le dieron el triunfo a Pacquiao, ante su sorpresa.
”Para mí, fue un triunfo claro. Hice méritos para ganar la pelea”, dijo Pacquiao, quien mejoró a 54-3-2 y 38 nocauts, mientras retenía su corona mundial welter de la OMB.
Márquez quedó con 53-6-1 y 39 nocauts, y un éxito suyo “afectaba” las pretensiones del boxeo, para la pelea Pacquiao-Mayweather.
El boxeo necesita de figuras que lo sostengan, pero es mayor el daño que se le hace con fallos como el de anoche, desaprobado en el propio MGM de Las Vegas.
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Pacquiao, quien anoche no mostró la impetuosidad y potencia con que a menudo decapita a sus rivales, fue favorecido por dos jueces que lo vieron ganar 115-113 y 116-112, mientras un tercero, decretaba un empate 114-114, lo que provocó un enorme abucheo.
Márquez dominó la pelea a base de precisión, estupendo manejo de la distancia y un feroz contragolpe, que le arrebató la inspiración a Pacquiao, quien salvo en algunos momentos muy espóradicos, no tuvo puntos de contacto con el boxeador explosivo de siempre.
El mexicano comenzó a dominar desde el principio y a medida que el filipino se mostraba cauteloso en extremo, el azteca se fue asentando más y dio la impresión que se dedicaría a administrar la ventaja, pero no rehusó al combate, a pesar del riesgo que implicaba.
Pacquiao mostró cierta agresividad en el quinto, cuando pareció encenderse, pero de nuevo, fue enfriado por un Márquez calmo, que jamás perdió las riendas de la pelea, y siempre muy reposado y preciso continuó con su golpeo y su defensa para prevalecer, se pensó.
El mejor asalto fue el noveno, cuando se dio un violento intercambio de metralla, pero luego la pelea bajó de intensidad, hasta que el ambiente volvió a ser agitado por el ridículo fallo de los jueces, que hizo recordar la gran estafa, producción realizada en Las Vegas.
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