Elízabeth Romero
El haber empezado a investigar lo que al comienzo pensó se trataba de fenómenos paranormales, lo llevó a encontrar la fe en el cristianismo. Desde 1992 empezó a estudiar fenómenos místicos modernos, en La Paz, Bolivia, de donde es originario, cuando investigó lo relacionado a una imagen de Cristo que “exudaba un líquido transparente”.
Acepta que no lo hizo por fe, sino porque era ateo. Se trata del prestigiado científico boliviano Ricardo Castañón, quien desde entonces y hasta ahora ha analizado y comprobado científicamente unos 15 casos de apariciones, hostias consagradas que sangran, o imágenes que exudan lágrimas o sangre humana. Castañón está en el país y hoy dará una conferencia magistral.
LA PRENSA: Con estas experiencias que ha conocido ¿puede determinarse que la fe y la ciencia pueden ir unidas de la mano?
Ricardo Castañón: Esa es una pregunta hermosa que usted me hace, porque a veces se trata de demostrar que la fe y la ciencia estén opuestas. Ahora si yo tomo en cuenta y digo la ciencia estudia fenómenos naturales sometidos a leyes de causa y efecto que están caracterizados por el peso y la medida, yo sé que estoy hablando de un tipo de verdad, que es verdad natural, entonces hay algunos científicos que dicen “esta es la única forma de conocer la verdad”. Pero ellos no pueden decir que porque el método de la fe, de la teología, no entra a un laboratorio, que no sea verdad o que no exista. Entonces hay verdades que están relacionadas a lo que es la revelación; esto uno lo cree y lo entiende por fe…
SANGRE QUE PROVIENE DE ESTATUAS
LP: Por ejemplo, ¿cómo explicar que una imagen exuda, le brotan lágrimas, sangra?
RC: (…) Mis estudios son altamente confiables, recurro a los mayores científicos del mundo. Le digo alguna curiosidad (…) cuando nos entregan los resultados dicen los científicos, los laboratoristas, aquí hay sangre humana, hay presencia de ADN humano. El abogado que sigue mis investigaciones les pregunta y les dice : “Y ustedes en un jurado ¿podrían jurar que es sangre?” “Sí, podemos jurar que esto es sangre porque esto es el resultado”. Ahora imagínese la cara de ellos cuando se les dijo ‘pero mire, esto proviene de una estatua’. No podían creer absolutamente. O el médico que vio que había músculos del corazón en una hostia, el profesor Federico Zugibe, de Nueva York, él no sabía que venía de una hostia, entonces dice “su paciente ha sufrido mucho porque aquí hay unas heridas, etc.” Y cuando termina todo, se le dice “Doctor Zugibe, esto no viene de un paciente como usted menciona, viene de una hostia consagrada, que los católicos comulgamos. Y él dice: “I don’t believe it (¡No lo creo!)”
LP: ¿Usted cree que estas manifestaciones a través de las imágenes tienen algún fin?
RC: No quisiera hablar solo de las imágenes, quisiera hablarle de todos estos eventos, por ejemplo, las apariciones de la Virgen en Medjugorje, las experiencias extraordinarias que ustedes mismos han tenido aquí en Cuapa, las hostias que sangran, todo esto yo creo que se reduce a unas palabras que dijo la Virgen en Medjugorje. La Virgen se apareció en Medjugorje el 24 de junio del año 1981 y dijo: “Me aparezco para decirles que Dios existe y ustedes se han olvidado de Él…” Yo creo que Dios se revela en el mundo para poder decirnos: “Yo existo y yo les he dado las normas de vida, les he pedido que se amen y ustedes no lo hacen”.
LOS HALLAZGOS
Uno de los casos que analizó Castañón ocurrió en su país en 1995, cuando investigó que una imagen de 33 centímetros exudó sangre 200 veces. Con los análisis que realizó durante varios años demostró que el líquido rojizo era sangre humana. Destaca que en los diferentes estudios relacionados con efusión de sangre humana coincidentemente tienen el mismo tipo de sangre: AB, el mismo obtenido por los científicos en la Sábana Santa. Aclaró que cuando las muestras son muy pequeñas les practican la prueba de ADN. En este caso únicamente demuestra que corresponde a un ser humano y no se revela la cadena genética porque: “Él es Hijo del Espíritu Santo”.
En el caso de la imagen de 33 centímetros estudiada, refiere que en la frente aparecieron “varias costras”. Y cuando el laboratorio australiano hizo estudio de la muestra demostró que había una espina cuyas características “eran típicas de un país árido”. Otra muestra demostró que debajo de una costra en el rostro, había piel humana.
Es por esa razón que el arzobispo de Buenos Aires, en Argentina, el cardenal Jorge Bergollo, le invitó en el año 1999 a estudiar dos hostias que habían sangrado en la parroquia de Santa María.
“Hice el estudio del 99 al 2004, recorrí muchos laboratorios en el mundo y demostramos que ese líquido rojizo era sangre humana, que se coaguló la sangre y se formaron unos tejidos, el tejido eran músculos del corazón y además estaba vivo… Estos casos a mí me han mostrado que hay un poder espiritual, pero además asociado a lo que dice el Señor ‘Hagan esto en memoria mía, este es mi cuerpo, esta es mi sangre…’”
icardo Castañón Gómez es presidente de una organización sin fines de lucro con capítulos en 13 países. Buscan promover el acercamiento entre el conocimiento científico y el conocimiento de los valores espirituales. Tiene como profesión la neuropsicofisiología cognitiva, ciencia que estudia el cerebro y sus conductas.
Formado profesionalmente en Italia, Alemania, Bélgica y Francia, conoció la escuela existencialista de Jean Paul Sartre. Fue discípulo de la premio nobel Rita Levi-Montalcini, de quien recuerda que decía: “Pensar que el hombre tuviera espíritu es una ingenuidad”. Castañón, de visita en el país, está convencido de que las apariciones de la Virgen María en Cuapa “es un regalo de Dios para este país”. Castañón hablará de su experiencia mañana en el Centro Juvenil Don Bosco desde las ocho de la mañana.
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