AP
El cardiólogo Conrad Murray cumplirá su condena en la prisión del condado y a discreción del alguacil, quien tendrá ahora la última palabra para determinar cómo se ejecuta la decisión judicial en virtud de las nuevas leyes penitenciarias californianas creadas para combatir el hacinamiento carcelario.
Son unas regulaciones por las que se reserva el espacio en las prisiones estatales a los criminales más peligrosos, una categoría de la que queda fuera el homicidio involuntario.
Esas mismas normativas estatales reducen automáticamente la pena de cuatro años a dos, aunque las autoridades del condado podrían incluso dejar que Murray pague su deuda con la sociedad en su domicilio con el único control de un brazalete de localización, del mismo tipo que llevó la actriz Lindsay Lohan por violar su libertad condicional.
Ver en la versión impresa las páginas: 3 B