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Nicanor Parra, quien obtuvo este jueves el Premio Cervantes 2011, es un físico y matemático chileno que creó la “antipoesía”, revolucionando la literatura hispanoamericana con un estilo que seduce especialmente a las nuevas generaciones.
El “antipoeta”, como es conocido Parra, publicó en 1937 su primer libro Cancionero sin nombre , pero tuvieron que pasar 17 años para que publicara su segunda y más importante obra: Poemas y antipoemas (1954), el detonante de la “antipoesía”, la escritura irreverente, mundana y a la vez sencilla que caracteriza hoy su obra.
Con este libro, Parra se revela contra la poesía tradicional chilena, rígida y seria a su juicio, e introduce la ironía y el léxico simple para hablar de temas cotidianos.
Nacido en una modesta familia de San Fabián de Alico (Chillán, sur de Chile), hermano entre otros ocho de la popular cantautora Violeta Parra, Nicanor destacó en ciencias, aunque su vocación fue siempre la literatura.
Licenciado en Matemáticas y Física de la Universidad de Chile, estudió en Estados Unidos e Inglaterra y se especializó en mecánica y cosmología. En el ámbito político mantuvo una ambigua relación con el poder y huyó de la poesía ideologizada.
Durante la Guerra Fría, pese a ser considerado de izquierda, sorprendió a la intelectualidad de la época cuando aceptó una invitación a tomar el té de la esposa del exmandatario estadounidense Richard Nixon. Su osadía le valió ser vetado en la Feria del Libro de La Habana y repudiado por los comunistas, alejándolo del poeta y Nobel chileno Pablo Neruda, quien tuvo un papel activo en el gobierno de la Unidad Popular del socialista Salvador Allende.
Con los años las diferencias se profundizaron con Neruda, quien vivió y fue sepultado a pocos kilómetros de la actual residencia de Parra, en el balneario de Las Cruces, en la costa central chilena, donde el antipoeta vive hoy casi en el ostracismo y esquivando a la prensa.
En círculos intelectuales se comenta que incluso cuando el ganador del Nobel falleció, en 1973, a los pocos días del golpe de Estado que instaló la dictadura de Augusto Pinochet, la tercera esposa del vate Matilde Urrutia, impidió que Parra entrara al velorio. “A contraposición de Neruda, que hablaba del pueblo, Nicanor habla como el pueblo”, graficó el escritor y crítico literario chileno Camilo Marks, sobre las diferencias que marcan la poesía de Parra y Neruda.
También como rasgo diferenciador, Nicanor Parra ha mezclado la literatura y obras visuales, con montajes de gran impacto, como El pago de Chile (2006), una representación en la que aparecían ahorcados todos los presidentes del país.
Parra ha sido protagonista también de uno de los principales bochornos del presidente Sebastián Piñera, quien lo dio por muerto al inaugurar la Feria del Libro de Santiago el año pasado.
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