AFP/Vida
Los niños pueden chatear con Papá Noel, seguirlo en Twitter o ver en qué anda a través de la aplicación NORAD en la web. No obstante, la tecnología podría estar haciendo que a los padres les resulte más difícil hacer que sus hijos crean en el anciano que reparte regalos.
Cada vez que hacen un clic, la Internet puede acabar con la leyenda del gordito panzón vestido de rojo, con una gran barba blanca. Prácticamente todos los niños en edad escolar pueden escribir la pregunta “¿Existe Santa Claus?”, en el recuadro de búsquedas de Google.
Dos o tres clicks y terminas en sitios que te venden cartas a tu nombre desde el Polo Norte o dan consejos a los padres acerca de cómo hacerle creer a sus hijos el cuento de San Nicolás.
Cualquier niño puede encontrar sitios de Papá Noel en la red con un iPad. Igco.com, por ejemplo, propone: “Descubra nuestra aclamada carta de Santa, llame a Santa por teléfono, consiga pruebas de la existencia de Santa”.
Asimismo, Santa.com ofrece una variedad de cartas de Santa Claus de distintos precios. Hay una elegante, en un pergamino, por diecinueve mil dólares y una simple postcard por casi tres dólares. “Mami, ¿por qué cobra Santa Claus?”, preguntan los niños.
De igual forma en la casilla de búsquedas escriba “¿Existe Santa Claus?” y será llevado a un sitio de psicología que plantea esa pregunta y relata cómo los padres se debaten por mantener vivo el secreto de Santa Claus.
Muchos padres afirman que antes de la llegada de la Internet era más fácil mantener el mito. Ahora los niños ya no les preguntan lo averiguan solos.
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