Massiell Largaespada E.
En el barrio Nueva Vida en Ciudad Sandino abundan los problemas. Cristina Mendoza, fundadora de esa comunidad surgida hace más de 13 años, dice que “si es en invierno es aguantar el lodazal por todas partes y si es en verano es casi lo mismo porque las calles siempre están encharcadas y los zancudos ahí andan mañana, tarde y noche todo el año”, dice la pobladora.
Mendoza es madre de cinco hijos menores de ocho años de edad. Los más pequeños tienen 2 y 3 años respectivamente. Según la joven, ambos han estado hospitalizados más de tres veces en este año por el zancudero.
La Alcaldía destinó en su presupuesto para el próximo año 300,000 córdobas. “Eso es una miseria para este barrio. Con ese fondo no les va a dar ni para el arranque de una calle”, dijo Manuel Villalta.
María Valenzuela dijo que sus hijos recaen con enfermedades diarreicas y respiratorias por las nubes de zancudos que brotan del agua estancada. Recordó que este año murieron dos niñas por dengue.
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