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El destino de Manuel Noriega

Editorial: El destino de Manuel Noriega

El exdictador militar panameño Manuel Noriega, regresó el pasado fin de semana a su país, forzado por una extradición, convertido en guiñapo, después de más de veinte años de estar preso en Estados Unidos y Francia, para afrontar en Panamá otras graves acusaciones por crímenes de lesa humanidad.

Noriega es un ejemplo viviente del dictador arrogante y criminal que termina juzgado y condenado por sus crímenes, odiado por los sobrevivientes de sus represiones y por los familiares de sus víctimas personales, despreciado incluso por quienes cuando él estaba en la plenitud de su poder lo aclamaban y ensalzaban.

Noriega, quien fuera derrocado en diciembre de 1989 por una invasión militar estadounidense, estuvo muy vinculado al régimen sandinista también dictatorial que en aquella misma época imperaba en Nicaragua. Sus vínculos no eran solo por afinidad ideológica y política con los comandantes sandinistas, sino también por sus negocios ilícitos comunes con algunos de estos. Con Noriega mandando de manera absoluta en Panamá, las redes del narcotráfico suramericano se extendieron hacia Nicaragua. Pablo Escobar Gaviria, el más importante de los cabecillas colombianos del crimen organizado internacional de aquella época, se movía como pez en el agua entre los altos círculos del poder revolucionario sandinista. De manera que no solo es por nostalgia revolucionaria que en el actual régimen orteguista hay quienes no ocultan sus pesares por la desgracia en que se encuentra el exdictador panameño, su antiguo camarada.

Historiadores y analistas políticos panameños consideran que Noriega determinó él mismo el principio de su fin, cuando hizo asesinar a Hugo Spadafora, un revolucionario internacionalista panameño que combatió en Nicaragua contra la dictadura somocista, junto al FSLN Tercerista, al frente de la brigada panameña Victoriano Lorenzo que después fue llamada Brigada Internacional Bolivariana. Pero al parecer Spadafora se desilusionó de la revolución sandinista que había contribuido a imponer, y apoyó a Edén Pastora cuando este desempeñaba el papel de líder contrarrevolucionario.

Spadafora fue un crítico implacable del general Noriega, quien desde 1983 gobernaba su país con mano de hierro y procedimientos delictivos, desde su puesto de comandante en jefe de las Fuerzas de Defensa de Panamá, antes Guardia Nacional, que era el ejército panameño. Sobre todo Spadafora denunció la vinculación de Noriega con el Cártel de Medellín, entonces la principal organización narcocriminal colombiana e internacional, y por eso fue asesinado en septiembre de 1985.

Cuatro años después, en septiembre de 1989, el ensoberbecido e insensato dictador Noriega declaró el “estado de guerra” contra Estados Unidos, que respondió con la invasión armada del 19 de diciembre de ese mismo año. La dictadura de Noriega terminó con un altísimo costo en vidas humanas y destrucción material, de lo cual fue culpable también el exdictador militar que ahora está en la cárcel panameña pagando lo merecido por los crímenes que cometió cuando estaba en el poder.

Editorial Opinión

COMENTARIOS

  1. Juan Pablo
    Hace 12 años

    Que bueno que no se murio Fidel Castro cuando estuvo grave, pues debe de seguir el mismo camino de Noriega, ya que debe pagar todos los crimenes, que en el mundo ocasiono este dictador. Especialmente en latinoamerica y particularmente en Nicaragua. Toda nuestra desgracia viene de Fidel. A proposito por este dictador es que se llama Fidel Moreno, el alcalde.
    Lo mismo debe de pasarle a todos estos dictadorzuelos, como Ortega y sus secuaces, deben de pagar sus pecados en esta tierra.

  2. Donde esta mi voto ?
    Hace 12 años

    Dios me ha de dar vida para ver a Daniel Ortega y sus gansters pagando por todo lo que ha hecho en Nicaragua, al igual que Noriega.

  3. el SMP
    Hace 12 años

    Me gustaria que la prensa saque un articulo sobre los tanques que pusieron los sandinistas enfrente de la embajada americana en los dias de la invasion a Panamá. Como los imprudentes sandinistas se atrevieron a insultar al tigre en los momentos de mayor peligro para este pais.

  4. JOSE DAVID LAGUNA
    Hace 12 años

    Dicen:Entre bomberos no se pisan las mangueras. Ese es el lema de
    Daniel, quien es amigo y hermano de los arabes terroristas, de la Farc, Eta en vias de extincion, y va siempre contra la corriente. De tal manera que si muriera ahogado, hay que buscarlo rio arriba. Es que nacio al revez, y no nacio por donde debia, sino por otro lado.
    Aun asi se cree que es un genio y que no podemos vivir sin el. Eso le
    han hecho creer su ejercito de cepillos/brochas. Que no podemos vi
    vir con el, es distinto.

  5. Francisco Garan D.
    Hace 12 años

    Spadafora fue un aventurero que queria ser como el Che Guevara. Pero distinto al Che, Spadafora se corria a la hora de los balazos. En la frontera con Costa Rica,cuando Nicaragua era atacada por una banda de internacionalistas fascinerosos,hoy emplumados por La Prensa como Frente Tercerista etc etc., la Guardia Nacional de Nicaragua los mantuvo a raya y Spadafora dejo hasta su mochila en su huida de regreso a Costa Rica.Despues con Cero Batallas tampoco hizo nada y termino sus dias ajusticiado.

  6. fernando
    Hace 12 años

    Yo creo que si DOS estuviera implicado en esos negocios ilícitos que el autor menciona, el FSLN no sería tan desestabilizado por el depto. de estado de EU. ya que todos esos negocios ilícitos terminan en EU. Desde el derrocamiento de Noriega, a quien no se le pudo probar que estaba en el narcotráfico, Panamá es el paraíso del lavado de dinero, y recientemente se habla de que la DEA lava dinero de narcos mexicanos. A Alemán y Sanper de Colombia les encontraron drogas en sus aviones

  7. Juan Perez el incredulo
    Hace 12 años

    Sin justificar nada hay algunos dictadores que creen en su pais y equivocadamente o no tratan de mejorarlo. Estos hasta mueren en la pobreza o al menos sin los excesos de capital como otros. Dentro de estos otros encontramos a Noriega con una sed insaciable de dinero sin preocuparse de su origen, de poder utilizando los ejercitos de sus paises y de forma, no importando asesinar s quien se le ponga enfrente. La justicia es aqui y aqui debe de pagar porque alla a nadie le consta que la pagara

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