Ramón H. Potosme
El cierre de espacios a organizaciones civiles autónomas y el contexto internacional de la cooperación, como el foro de Busan, favorecen el acceso a recursos por parte de la sociedad civil nicaragüense.
Los temas donde trabajarían con prioridad sería la defensa de los derechos humanos, empoderamiento de la ciudadanía, salud, educación, equidad de género y medioambiente.
“Hablan del principio de trabajo decente, que es ese tema que no se puede apoyar a dictaduras o gobiernos corruptos”, señaló Luisa Molina, vocera de la Coordinadora Civil sobre los acuerdos tomados en Busan, Corea del Sur. Ahí se reunieron 2000 personas de las organizaciones civiles y delegados de gobierno de 180 países. Por Nicaragua, según Molina participó el canciller Samuel Santos.
Molina considera que si bien el diálogo no ha sido abierto por parte del gobierno durante los últimos cinco años, ellos están anuentes con la propuesta a la nación para aprovechar el bono demográfico, que sería única para el país.
REFORZAR AYUDA A ORGANISMOS INDEPENDIENTES
Al respecto, Kristian Schmidt, de la Comisión Europea, durante el foro de desarrollo europeo en Polonia, consideró que en gobiernos no democráticos debe reforzarse la ayuda a las organizaciones independientes y puso de ejemplo a Libia y Siria.
Pese a ello, parte de la voluntad del gobierno sobre ese tema fue plasmado por el manual a Organizaciones No Gubernamentales, que promovió el Ministerio de Gobernación en el 2010. Llevaba por nombre Procedimientos de una ventanilla única para la atención a las asociaciones y fundaciones internacionales y extranjeras sin fines de lucro. Con ese instrumento el gobierno pretendía controlar los ingresos de las organizaciones civiles y condicionaba proyectos en materia de defensa de derechos y participación ciudadana por considerarlos injerencistas. Pese a ello, fue engavetado por el parlamento.
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