Por Arnulfo Agüero
Con diez votos secretos, de los quince académicos de número que participaron, fue elegido Francisco Arellano Oviedo nuevo presidente de la Academia Nicaragüense de la Lengua, para un periodo de cinco años.
Hubo dos candidatos más compitiendo para la presidencia, el poeta Julio Valle Castillo y Jorge Eduardo Arellano, este último depuso su candidatura para inclinarla a favor de Castillo, dijeron las fuentes.
Los otros elegidos fueron Alejandro Serrano Caldera, como vicepresidente; Pedro Javier Solís, secretario; Gloria Elena Espinoza, tesorera y Ana Ilse Gómez, vocal.
LOS AMBICIOSOS PROYECTOS
A partir de febrero a abril del 2012, el nuevo presidente anunció que se incorporará a los proyectos de la Comisión Permanente de la Lengua Española, en Madrid, como son el trabajar en los grandes diccionarios y aspectos normativos de la lengua que regula a nivel internacional la Academia Española.
Pero el ambicioso proyecto en mano y que ha sido el eterno sueño de los investigadores nicas, es publicar las obras completas de Rubén Darío, en poesía y prosa. Según Arellano su proyecto buscará reunir la obra dariana en quince volúmenes, cada uno con 500 páginas.
Estimó que su costo pasa el cuarto de millón de dólares, por lo que desde ya están buscando el respaldo de la empresa privada, el gobierno e instituciones extranjeras, entre ellas de España.
“Nosotros somos investigadores, pero si el país a través de la empresa privada y el gobierno decide apoyar, editaríamos este proyecto en un plazo de tres años; y es rentable porque lo que se invierta se pueda sacar”, dijo con optimismo Arellano.
No obstante, se lamentó de la actual situación financiera que pasa esta entidad de la lengua. Dijo que academias como la de México cuenta con un presupuesto de 15 millones de dólares, en tanto Nicaragua solo con 50 mil dólares, mucho menos que lo que tenía cuando fue fundada en 1928.
A pesar de tener todo en contra, el optimista Arellano dijo que tiene en agenda de prioridad la construcción del nuevo local de la academia, el que estaría ubicado cerca de los terrenos del parque La Biblia.
Y fue más allá, al explicar que será multiusos, que albergará a los académicos que realizan trabajos serios; asimismo abrirá sus puertas a programas culturales, mayoritariamente enfocados hacia los jóvenes.
“La idea de acercarnos a los jóvenes escritores y artistas es que miren a la Academia como algo dinámico, y no como unos conservadores acartonados de la lengua, sino que iremos al ritmo del progreso de la palabra”, prometió Arellano.
La Academia se fundó en 1928, y han sido directores: Carlos Cuadra Pasos, monseñor José Antonio Lezcano, Pablo Antonio Cuadra y Jorge Eduardo Arellano. Y ahora Francisco Arellano Oviedo, Premio Nacional Rubén Darío, 2005.
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