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¿Quién no recuerda ese traje de baño?

Desde que Hollywood tiene memoria, el nombre de Lynda Carter siempre estuvo asociado al personaje de la Mujer Maravilla. Nadie imagina otro rostro en ese rol, aunque en el ambiente del cine todavía se están peleando por encontrar a la actriz que realmente pueda proyectar la misma imagen en una nueva versión de cine.

Por: Fabián W. Waintal VIDA

Desde que Hollywood tiene memoria, el nombre de Lynda Carter siempre estuvo asociado al personaje de la Mujer Maravilla. Nadie imagina otro rostro en ese rol, aunque en el ambiente del cine todavía se están peleando por encontrar a la actriz que realmente pueda proyectar la misma imagen en una nueva versión de cine.

En un tiempo se habló de Sandra Bullock y Catherine Zeta Jones, aunque siendo adultas, se pasó a otros nombres más jóvenes como una menos conocida Jessica Biel o la más famosa esposa de Tom Cruise, Katie Holmes y la ídolo entre adolescentes, Lindsay Lohan. Sin ninguna definición en el horizonte, solo nos queda hablar con la original protagonista, para celebrar dos fechas tan importantes como el 35 aniversario del lanzamiento oficial de la serie de TV y los 70 años que cumplió la leyenda del personaje en diciembre del 2011. —¿Es duro vivir con el peso de ser más Mujer Maravilla que Lynda Carter?

Es algo que acepté desde muy temprano, cuando me di cuenta que tenía dos opciones. Podía adoptarla como era o seguía otra vida miserable, tratando de demostrar todo el tiempo que no soy lo que la gente cree que soy. Yo también quise a la Mujer Maravilla y tuve la oportunidad de interpretarla. No me parece malo que me identifiquen con ese personaje. No soy ella, lo sé, no estoy loca, pero la gente tiene la tendencia de imaginar que tengo las cualidades que les gustan del personaje (ríe).

—¿Todavía guarda el famoso traje de Mujer Maravilla?

En el living de casa tengo una vitrina con el lazo y la tiara, pero el traje lo guardé en un ropero. —¿Nunca le criticaron el famoso vestuario con los colores de la bandera de Estados Unidos?

Es lo único que me costó aceptar al principio. Hay que entender que aquel estilo de corpiño yo lo había usado mucho antes que Madonna lo pusiera de moda (vuelve a reír). En la segunda temporada, cambiaron el vestuario, el busto ya no se veía tan pronunciado y se sentía más cómodo. También hay que acordarse que fue durante una época de liberación sexual, en los tiempos del bikini. Pero yo tampoco pensaba en ser sexy.

SU HISTORIA

El nombre “Lynda” le queda chico, al lado de la hermosura que todavía conserva con los jóvenes 60 años. Nació el 24 de julio de 1951 sin la “y” que le agregó al nombre artístico, con el nombre completo de Linda Jean Córdoba Carter. Con raíces hispanas que muy poco se notan, su madre Juana Córdoba era de origen mexicano y para muchos es un orgullo descubrir que la original Mujer Maravilla tiene sangre latina.

[doap_box title=”Salto a la TV” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

  • En diciembre de 1941, la Mujer Maravilla apareció por primera vez como una superheroína en la revista número 8 de las historietas All Star Comics . Creada por el mismo William Moulton Marston. La versión de TV fue lanzada oficialmente en 1976. Una mujer tan maravillosa que podía desviar las balas con sus brazaletes.

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Siendo la menor de tres hermanas, Lynda (o Linda, como prefiera llamarla) se había inclinado artísticamente con la música cuando en la escuela secundaria formó parte de las improvisadas bandas Just Us y The Relatives. En ese entonces, ya hacía maravillas, cantando en el casino Sahara, de Las Vegas, como la única menor de edad que era admitida en el lugar (tenía que entrar por la puerta de la cocina, para no pasar por el casino). Y fue cantando en el grupo The Garfin Gathering with Lynda Carter que de verdad la bautizaron como “Mujer Maravilla” por las presiones que afrontó cantando en un hotel de San Francisco que todavía estaba en construcción.

A los 23 años debió haber cambiado el nombre por “Bellísima” Carter cuando llegó a las semifinales del certamen Miss Mundo, después de haber sido elegida como Miss USA con las medidas oficiales 38-26-38 (97-66-97 en centímetros). Recién después de tomar clases de actuación en Nueva York, consiguió algunos trabajos en televisión. Primero tuvo unas pequeñas participaciones en Starsky & Hutch y finalmente fue elegida como la protagonista de la serie de televisión Mujer Maravilla que debutó en televisión el 6 de noviembre de 1975, aunque la serie oficial recién empezó al año siguiente, con los 59 episodios filmados entre 1976 y 1979.

35 años después, el personaje conserva más actualidad que nunca, igual que Lynda Carter. Habiendo aparecido en el 2005 con Jessica Simpson en la película Dukes of Hazzard , Lynda también participó en la película de superhéroes Sky High , bromeándose de sí misma cuando agregó en el diálogo: “¿Cómo esperas que haga algo así? No soy ninguna Mujer Maravilla”. No tan cerca de Hollywood, trabajó hace poco en el musical Chicago de Londres, pero el resto del tiempo mantiene una vida normal de ama de casa, viviendo en Washington con su esposo, el abogado Robert Altman y sus dos hijos James y Jessica. —¿Se puede comparar el ambiente de la política en Washington con el mundo del espectáculo en Hollywood?

Muchas veces se escucha la expresión que Washington es una ciudad de carnívoros. En Hollywood sobran las críticas después de algún estreno, pero en Washington hacen lo imposible por arruinar tu reputación, llevarte a la bancarrota, mandarte a la cárcel o arruinar tu familia. Es un lugar fascinante para vivir. Hace más de veinte años que vivo allá y da bastante miedo. —¿Recuerda con más cariño la época de Mujer Maravilla? ¿Cómo fue exactamente que la eligieron para aquel papel?

Yo había pasado por varias entrevistas para diferentes personajes que había en aquel momento, incluyendo muchos de los que habían conseguido otras estrellas de los años setenta como Kate Jackson, Farrah Fawcett y Jacklyn Smith. Todas terminábamos haciendo los pocos roles femeninos que había en aquel momento. La búsqueda de la Mujer Maravilla llegó después. Yo había hecho otra prueba de cámaras con Laurence Gordon, para una película que nunca se hizo. Y como ya habían visto mi primera prueba, no necesité pasar por las horribles lecturas frías, pero igual dijeron que me iban a probar. Enseguida me puse a dieta, preocupándome por mantenerme en forma y todas esas cosas. Compré todo lo que pude conseguir sobre el personaje de Mujer Maravilla, discutiéndolo incluso con amigos actores, buscando la forma que quería interpretarlo. Al final me tomaron la prueba y el tiempo que tardaron en llamarme se sintió como si hubiesen pasado varios años, aunque apenas fueron un par de semanas hasta que me eligieron.

— ¿En la época de Mujer Maravilla usaron dobles o usted misma hacía las escenas de acción?

Yo trataba de hacer la mayor cantidad de escenas de acción que me dejaban. Aprendí a correr con el auto y me nombraron miembro honorario de la asociación de dobles Stunts Unlimited, por todas las peleas que había filmado.

—¿A quién se le ocurrió el efecto de dar vueltas para convertirse en Mujer Maravilla?

Yo sugerí que podía dar vueltas, porque había tomado muchas clases de danza. Me pidieron una muestra. Y cuando lo hice, enseguida dijeron “tal cual”. —¿Cree que aquella serie de TV y el personaje de Mujer Maravilla en cierta forma influenciaron también la revolución de la liberación femenina?

Puede ser… Es grandioso verme como una pionera, pero la verdad es que lo hubiese hecho igual, completamente gratis. Fue una oportunidad enorme. Y el aprecio creció mucho más, desde que la serie de Mujer Maravilla dejó de estar en televisión, hasta el día de hoy inclusive.

—En las historietas, la Mujer Maravilla jamás envejece, ¿usted le teme al paso del tiempo?

Verse bien en cine es algo muy importante. Pero siempre, desde la época de Wonder Woman , quise interpretar la edad que yo tenía. Nunca intenté mantener el glamour de la juventud. Hice una película donde interpretaba la mujer (mayor) grande con un amor más jovencito. No hay nada peor que escuchar las críticas “¿qué le pasó?” Y si el público también crece con una, tampoco hay demasiada sorpresa, cuando me ven como soy. Es algo que vine pensando los últimos 25 años.

Espectáculo Lynda Carter Mujer Maravilla archivo

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