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Tres gigantescos incendios forestales en Chile cobraron su primera víctima y hasta ayer por la mañana habían arrasado con más de 23,000 hectáreas, una planta de celulosa, un centenar de viviendas, mientras los enormes daños a la fauna y la flora aún no son cuantificados.
Solo el domingo se enfrentaron 48 incendios en todo el país. Un hombre de 75 años murió al negarse a dejar su casa en la región del Bío Bío, donde el sábado estalló un incendio que arrasó con 10,000 hectáreas y quemó más de un centenar de viviendas. “Tenemos una situación de extrema vulnerabilidad en materia de incendios. Actualmente tenemos tres regiones con alerta roja (de máximo peligro)”, en Magallanes, Bío Bío y el Maule. “Adicionalmente tenemos ocho regiones con distintos tipos de alerta por materia de incendio”, que presionan los recursos disponibles para controlar los siniestros, dijo el lunes el presidente Sebastián Piñera, luego de reunirse con especialistas de la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (ONEMI).
Uno de los siniestros afecta al parque nacional Torres del Paine, una reserva de la biosfera de 181,000 hectáreas, donde las llamas consumieron hasta el domingo 12,795 hectáreas.
Los fuertes vientos de la zona impiden por largos períodos la acción de los helicópteros y aviones, aunque siguen trabajando los brigadistas, que el lunes rescataron a 753 personas, incluidos decenas de argentinos y una treintena de uruguayos.