14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Miradas de Rulfo

Conocido en el mundo por sus libros El Llano en Llamas y Pedro Páramo , Juan Rulfo fue un hombre notable interesado en la historia de México, en la antropología y en la arquitectura prehispánica, colonial y moderna.

 

Mercedes Iturbe

Conocido en el mundo por sus libros El Llano en Llamas y Pedro Páramo , Juan Rulfo fue un hombre notable interesado en la historia de México, en la antropología y en la arquitectura prehispánica, colonial y moderna. Los indígenas fueron para él motivo de interés y de atención que se refleja, además de en su trabajo literario y fotográfico, en manuscritos, documentos y numerosas revistas en las que deja constancia de una visión sensible hacia los problemas y la riqueza del mundo indígena.

Rulfo también estuvo vinculado profesionalmente al cine, como guionista y como fotógrafo, y fue siempre un apasionado de la música. La exposición da cuenta, a través de imágenes, objetos, libros, manuscritos, sonidos y atmósferas, de este itinerario.

Fiel a la mesura de su narrativa, la mirada de Rulfo atrapa la naturaleza, la soledad y las carencias del pueblo mexicano. Su asombro por los ritmos cambiantes de la luz, su postura solidaria hacia los indígenas y su interés manifiesto por ciertos valores de la provincia y del campo quedaron plasmados en sus fotografías, como claros testimonios de su visión del mundo y, de manera específica, del espíritu mexicano que él mismo nos revela.

Rulfo tuvo la capacidad y la congruencia para mantenerse libre de academicismos y totalmente despojados de retóricas. En su expresión creadora, la dignidad de los campesinos y de los indígenas está tratada con austeridad, con misterio y con una mirada profunda alejada por completo del folclore.

[doap_box title=”ITINERARIOS” box_color=”#336699″ class=”aside-box”][/doap_box]

SU UNIVERSO

Había que dar cuenta del universo rulfiano nacido de las experiencias vitales del autor, así como de sus intereses y obsesiones, entretejidos en un mismo nudo, del que se desprende la elaboración simbólica de una obra vigorosa y compleja que encierra su magnífica universalidad.

Mucho se ha escrito sobre las semejanzas entre la obra literaria y las imágenes fotográficas de Rulfo. Algunos piensan que la fotografía fue su primer manuscrito hecho con luz para después llegar a la palabra escrita. Es casi imposible saberlo, y tampoco es indispensable desentrañarlo pues, muy probablemente, en la mente indescifrable del personaje taciturno, todo corría como un manantial de poesía que conectaba, de manera natural, cada una de sus voces.

Pareciera que primero recogió con la pupila esos parajes secos, arrebatados al mundo de los muertos, y que el ejercicio de mirar se le enredó en las tripas junto con la imaginación. De ahí nació esa nueva dimensión de la literatura moderna.

Como un gran árbol de poderosas raíces, Juan Rulfo propició que sus ideas y visiones penetraran hasta el mismo fondo de la tierra. Ahí en el silencio atemporal, las abandonó el tiempo necesario para luego destapar el agujero de donde surgieron las voces que inflamaron la luz y dilataron las palabras. Algunas quedaron enterradas para siempre.

A su memoria, hecha de murmullos, de recuerdos y de silencios.

Escritor mexicano. Juan Rulfo (Sayula, México, 1918 – Ciudad de México, 1986) creció en el pequeño pueblo de San Gabriel, villa rural dominada por la superstición y el culto a los muertos.

En 1934 se trasladó a Ciudad de México, donde trabajó como agente de inmigración en la Secretaría de la Gobernación.

En los quince cuentos que integran El llano en llamas (1953), Juan Rulfo ofreció una primera sublimación literaria, a través de una prosa sucinta y expresiva, de la realidad de los campesinos de su tierra, en relatos que trascendían la pura anécdota social.

En su obra más conocida, Pedro Páramo (1955), Rulfo dio una forma más perfeccionada a dicho mecanismo de interiorización de la realidad de su país, en un universo donde cohabitan lo misterioso y lo real

Rulfo escribió también guiones cinematográficos como Paloma herida (1963) y otra novela corta magistral, El gallo de oro (1963).

Cultura Miradas Rulfo archivo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí