Por Josué Bravo
CORRESPONSAL / COSTA RICA
La mitad de los 76 mil labriegos que esta temporada recogen la cosecha de café en el país costarricense son inmigrantes nicaragüenses y guaimíes panameños, según el Instituto del Café de Costa Rica (Icafe).
La mayoría vive en Costa Rica y otros, llegan al país durante la temporada de recolecta y al finalizar regresan a sus países, dijo Ronald Peters, presidente Ejecutivo del Icafe.
Los extranjeros son considerados buenos “cogedores” del grano y sin ellos, la cosecha no se levantaría en su totalidad, ocasionando pérdidas en el sector. El área de Migraciones Laborales del Ministerio de Trabajo, indicó que este año los cafetaleros no solicitaron permisos especiales de ingreso para recolectores extranjeros.
Esta actividad aún se realiza por la libre en Costa Rica, donde los trabajadores no reciben sus beneficios laborales debido a que son empleos por temporada, donde un día un labriego trabaja en una finca y después puede trasladarse a otras, si así lo prefiere.
El precio oficial establecido por el Ministerio de Trabajo por cajuela recolectada (una lata), es de 727,60 colones (1,41 dólares), pero los cafetaleros pagan hasta 1,200 colones (2,33 dólares) para atraer mano de obra y evitar que el grano se pierda.
En Costa Rica el café se recolecta en etapas, dependiendo la zona: la etapa de maduración temprana empieza a recogerse en las zonas bajas desde entre agosto y septiembre, aproximadamente.
Comprende las zonas de Turrialba, Coto Brus y Pérez Zeledón; en la zona sur. La recolecta continúa en zonas medias, la cual incluye cantones del Valle Central como Naranjo, Poás, Gracia, Palmares y San Ramón, en la Provincia de Alajuela; así como San Isidro, Santa Bárbara, Santo Domingo y San Rafael, en la Provincia de Heredia.
Finalmente el grano se recoge en zonas más elevadas del país donde la maduración es tardía, que incluyen los cantones de la Zona de Los Santos, en la Provincia de San José pero hacia el sur.
Cuando la cosecha está en apogeo, grupos de jóvenes o familias enteras, incluidos niños provenientes de Nicaragua o de algún punto de Costa Rica, se trasladan a los cafetales.
Las fincas grandes brinda alojamiento en baches, pero en muchas fincas habitan en condiciones infrahumanas.
