Jeniffer Castillo Bermúdez
Anielka Herrera Dávila casi ni se acordaba de los casos de factorización, uno de los temas que se imparten en las matemáticas de segundo año de secundaria.
Uno de los cambios será que a partir del próximo año aplicarán exámenes de español y matemáticas.
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Después de tres años se “reconcilió” con los estudios, interrumpidos en 2009 por la falta de recursos económicos.
Ella fue una de los 2,500 bachilleres que ayer realizaron el examen de admisión que aplica la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) para distribuir sus cupos.
De ese total, solo 1,600 entrarán a esta casa de estudios, donde ofrecen 11 carreras de Ingeniería y Arquitectura.
“Estaba difícil”, afirmó Herrera, minutos después que el profesor Carlos Walsh, miembro de la comisión de matemáticas que elaboró el examen, dijera que estaba “fácil”.
“Está diseñado en base a los planes de estudios que aplica el Ministerio de Educación (Mined)”, manifestó Walsh.
El secretario general de la universidad, Diego Muñoz, afirmó que el hecho de que el 40 por ciento de los maestros de secundaria sea empírico “hace que el estudiante no aprenda a razonar y a resolver problemas… es mecánica (la educación que imparte el Mined)”.
Para mejorar los aprendizajes de los bachilleres hay que “preparar mejor a los maestros de secundaria”, dijo Muñoz.
Este año las autoridades de la UNI no aspiran a conseguir más del cinco por ciento de los aprobados, igual que en 2011.
Las autoridades de la UNI diseñarán el nuevo currículo académico que estará basado en competencias, adelantó Diego Muñoz, secretario general.
Uno de los cambios será que a partir del próximo año aplicarán exámenes de español y matemáticas.
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