Los masajes ayudan a liberar el estrés acumulado y como consecuencia tener una mejor calidad de vida. Si nos dan un masaje relajante por las noches, antes de acostarnos, podremos eliminar las tensiones y preocupaciones dejando nuestra mente y cuerpo perfectamente preparados para comenzar el día que viene. Estos suavizan la piel, alivian problemas musculares, favorecen la circulación sanguínea y eliminan las células muertas de la piel, ayudando a que el cuerpo libere con mayor facilidad los desechos de los productos metabólicos. Para ello este se aplica de forma lenta, con movimientos pausados y largos pero con una presión firme y progresiva. Estos tipos de masaje constituyen un relax para el cuerpo y el mayor resultado se puede percibir en el efecto reparador del sueño, así como el bienestar general.
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