SAO PAULO/AFP
Las relaciones diplomáticas entre Brasil e Irán se han enfriado desde que la presidenta Dilma Rousseff asumió el poder, afirmó el portavoz iraní Ali Akbar Javanfekr, en entrevista al diario Folha de Sao Paulo este lunes.
“La presidenta golpeó todo lo que (el expresidente brasileño Luiz Inácio) Lula (da Silva) hizo. Destruyó años de buenas relaciones”, sentenció Ali Akbar Javanfekr, identificado como vocero del presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad.
Bajo el gobierno de Rousseff, que comenzó en enero de 2010, Brasil apoyó en la ONU la creación de un mandato de relator especial para evaluar la situación de los derechos humanos en Irán, mostrando un cambio de posición respecto al gobierno de Lula (2003-2010), que se abstenía en temas iraníes.
“Lula hace falta”, destacó Ali Akbar Javanfekr en su breve comentario.
Bajo el gobierno de Lula, Brasil y Turquía mediaron un acuerdo nuclear con Irán que no fue aceptado por Europa ni Estados Unidos. En la época, Lula visitó Teherán.
De todas formas, bajo Rousseff el gobierno brasileño defiende mantener el diálogo diplomático con Irán para solucionar la controversia con el programa nuclear, una postura que comenzó en el gobierno de Lula, y es contrario a acciones de fuerza o incluso un embargo decidido fuera del marco de la ONU.
Este lunes, los países de la Unión Europea (UE) acordaron la imposición de un embargo gradual a las exportaciones de petróleo de Irán y una congelación de los activos del Banco Central, para forzar a Teherán a frenar el desarrollo de su programa nuclear.
Según los occidentales, el objetivo de ese programa es fabricar una bomba atómica, lo que Teherán rechaza firmemente, alegando fines puramente civiles.