De Diriomo (Granada) provienen los dos bachilleres mejor calificados en el examen de admisión que este año realizó la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), una de las más exigentes a nivel nacional, pero ambos estudiantes no están sorprendidos de esa coincidencia.
Tomás Hernández, de 17 años, aprobó el examen con un 100 y su vecino Rolando Vega obtuvo 95 puntos.
Aunque coinciden en que el esfuerzo y la dedicación son las cualidades que les han permitido este logro, destacan que sin el apoyo de sus familias y el pertenecer al exclusivo grupo del Programa de Jóvenes Talentos de la Fundación UNO hubiese sido difícil alcanzar la meta.
Son llamados por muchos los “cerebritos”, pero ellos se consideran afortunados y sobre todo aplicados.
“Dejamos de hacer tantas cosas que los chavalos comunes no harían, sacrificamos nuestros sábados y mientras todos están en fiestas nosotros podemos estar estudiando, mientras otros se desvelan nosotros estamos descansando”, comenta Rolando, quien aplicó para la carrera de Ingeniería Industrial.
Tomás, quien optó por la carrera de Ingeniería Civil, apunta a que el secreto de ser el mejor está en las ganas que se tienen de serlo. “Solo hay que enfocarse en lo que uno quiere, si te lo proponés y te esforzás no hay razón para no lograrlo”, apunta.
Ambos han representado a Nicaragua en concursos de ciencias, matemáticas y física, y han sido los primeros en traer medallas de oro y bronce en estas categorías para el país. El Salvador, México, Costa Rica y Paraguay son algunos de los países donde han participado.
Jóvenes Talentos es un programa que los ha apoyado a prepararse más allá de sus aulas de clases. Cada sábado viajan desde sus comunidades hasta la UNI en Managua para recibir hasta siete horas de clases, patrocinadas por este programa y con el apoyo del Ministerio de Educación y la UNI.
Este programa lleva cinco años en Nicaragua y ha apoyado a más de 300 adolescentes del país para que exploten su talento en las clases.
Ver en la versión impresa las páginas: 2 A