Pablo Fletes
Uno de los más importantes iconos en el boxeo mundial falleció hace dos días. Se trata Angelo Dundee, el famoso entrenador de grandes campeones del boxeo estadounidense, en especial de uno de los más grandes de todos los tiempos, Muhammad Ali, a quien dirigió desde cuando se llamaba Cassius Clay.
El primer campeón de Dundee fue Carmen Basilio, a quien dirigió en su triunfo sobre Tony DeMarco en 1955. Pero su más aventajado alumno fue Muhammad Ali, a quien dirigió de 1960 a 1981. También entrenó a Sugar Ray Leonard, George Foreman, José “Mantequilla” Nápoles, Sugar Ramos, entre otros.
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Dundee murió la noche del miércoles, a la edad de 90 años. Lo hizo al lado de sus más cercanos familiares, pero se marcha de este mundo dejando un legado muy importante en el boxeo, como fue forjar a campeones de gran nivel.
Ali fue el gran distintivo de Dundee. Lo entrenó desde que dio sus primeros pasos en el boxeo profesional, lo guió en esas grandes batallas ante Sonny Liston, Joe Frazier, Ken Norton, George Foreman, Oscar Bonavena, Floyd Paterson, Bob Foster, y tantos otros combates de título mundial.
Entre tantas historias, se cuenta que Dundee le pidió a Ali que se pusiera de pie en el round 14 de su tercera pelea con Joe Frazier, en Manila, Filipinas.
Ali estaba desgastado, sin ánimo de seguir y había decidido abandonar ante Frazier, uno de los más feroces golpeadores al cuerpo en la historia del boxeo.
Pero Dundee convenció a Ali que se pusiera en pie, al sonar la campana del round 14, para que no perdiera sentado en el ring.
Dundee ya había visto que había algo malo en la esquina de Frazier, quien finalmente no quiso seguir y abandonó y ahí perdió el combate.
Así que casi desvaneciéndose, apoyado por los miembros de su esquina, Ali ganó gracias a ese poder de convencimiento y ese agudo olfato que tuvo su entrenador en medio de un agobiante desgaste físico.
Dundee también fue reconocido por su caballerosidad, su honradez, en medio de lo siempre complicado que puede ser el boxeo, manejado muchas veces a niveles de mafia, sobre todo en los Estados Unidos.
Hace un par de semanas, Dundee tuvo fuerzas para acompañar a Ali en el festejo de sus 70 años de vida. Viajó de Tampa a Louisville, en donde vive su más famoso pupilo. Ese fue el último encuentro de esta exitosa mancuerna que hizo historia en este deporte.
Descanse en paz.
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