En cada lavada la piel pierde el 25 por ciento de su hidratación natural, aseguran los expertos. Por esta razón se deben utilizar jabones que no resequen excesivamente la piel y que permitan conservar la hidratación interna de la misma. Además aumentar el tono de la piel, su luminosidad, suavidad, textura, elasticidad y flexibilidad.
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