Agencias/Vida
Investigadores de los institutos nacionales de Salud de los Estados Unidos descubrieron que menos de una hora de uso de un teléfono celular puede acelerar la actividad cerebral en el área más cercana a la antena del teléfono, lo que plantea nuevas preguntas acerca de los efectos en la salud de los bajos niveles de radiación emitidos por estos dispositivos.
Sin embargo, los científicos, liderados por la directora del Instituto Nacional de Abuso de Drogas, Nora Volkow, instaron a interpretar este hallazgo con cautela, porque no se sabe si los cambios, que fueron registrados por imágenes cerebrales, tienen algún tipo de efecto en la salud de las personas.
El estudio es uno de los más grandes en documentar que las débiles señales de radiofrecuencia de los teléfonos celulares pueden alterar la actividad cerebral.
“Este trabajo es importante porque documenta que el cerebro humano es sensible a la radiación electromagnética emitida por los celulares”, declaró Volkow.
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