Wendy Álvarez Hidalgo
La colocación del uno por ciento de las reservas internacionales brutas en el Banco del Alba (Balba) no tendría ninguna repercusión inmediata en la macroeconomía del país, pero el presidente inconstitucional, Daniel Ortega, estaría violando uno de los preceptos claves del Banco Central de Nicaragua (BCN): su autonomía. Esta condición, según los economistas, garantiza la estabilidad monetaria del país y del máximo órgano bancario nicaragüense.
Vallecillo asegura que si “se baja la reserva del nivel mínimo para importar entonces se crearía una señala de inestabilidad y se incumpliría con el Fondo Internacional Monetario”.
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Además, añaden, se estaría creando un mal precedente. “Hoy Ortega pide el uno por ciento, pero mañana querrá el cinco y hasta el 10 por ciento”, sostiene el especialista en economía y finanzas, José Luis Medal.
Si hoy Ortega ordenara, ilegalmente, el envío del uno por ciento de las reservas a las arcas del Balba, el BCN tendría que desembolsar cerca de 17.6 millones de dólares, más de la mitad del monto (30 millones de dólares) que acumula anualmente el país. Hasta ayer las reservas sumaban 1,761 millones de dólares, según datos del BCN.
Los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de las Américas (Alba), del cual Nicaragua forma parte desde que Ortega asumió en 2007, se comprometieron, el pasado fin de semana, a destinar el uno por ciento de los fondos que poseen en reservas para colocarlos como capital semilla para el Banco del Alba.
PARA AFRONTAR CRISIS
Las reservas son comparables con la cuenta de ahorro de emergencia de una familia. En un hipotético caso que la economía nacional entrara en crisis, por falta de liquidez, ese fondo permitiría al país, por ejemplo, cubrir el gasto por importaciones de al menos tres meses. También “sirve para respaldar la solidez de la moneda, o sea respalda el valor del córdoba en circulación. Si las reservas cayeran, el córdoba perdería valor”, explica Medal.
El economista René Vallecillo señala que las reservas brutas se alimentan del pago del encaje legal bancario (12% el requerido) y la liquidez que requiere el país para afrontar sus compromisos económicos a corto plazo.
“Las reservas internacionales también ayudan al Estado a afrontar necesidades presupuestarias y para darle liquidez al sector privado cuando lo requiera”, añade. Vallecillo también explica que las reservas entre más robustas se encuentren blindan al país ante cualquier impacto severo de la crisis internacional.
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