Por Amalia del Cid
Un hombre que se transforma en mono, una vieja que se hace coyote y una culebra que de punta a punta atraviesa el pueblo… sobran las leyendas en Chontales. Y Omar J. Lazo, historiador y escritor nacido en La Libertad, se ha pasado la vida recopilándolas, preguntando aquí, escudriñando allá, metiendo la nariz en las supersticiones, los mitos y las creencias de los chontaleños.
En el camino se ha topado con otras culturas, que hace cientos de años heredaron a los nicaragüenses algunos hábitos y mitos, tan populares como que el vestido de novia debe ser blanco y que al chocar las copas se dice ¡salud!
En Cuapa todo el mundo ha visto al diablo, ha luchado contra él o lo ha observado a través de una hendija, dice Lazo, que se divierte hablando del ingenio y los miedos del chontaleño y, en general, del nicaragüense, tanto como disfruta el estudiarlos y escribirlos.
:::¿Qué le dio por empezar a investigar acerca de leyendas?
Empecé con los de La Libertad (Chontales) porque soy de ahí y porque hay muchas riquezas en estos temas. Oía decir que había una culebra que cruzaba el pueblo desde el cementerio Santa María hasta El Chamarro, que es un cerro minero. Esa es la primera leyenda que yo conocí, de ahí en adelante seguí buscando todo lo que se relacionaba con el pueblo.
:::¿Cuáles son las que más le llaman la atención?
Las de Chontales. Celestino Mico, que se convertía en mico en La Libertad. No sé si era una creencia para atemorizar a los chavalos, para que se durmieran temprano. Él era el que se daba vuelta en tierra de muertos, rezaba el Padre Nuestro para atrás y para adelante y se convertía en mico. ¡Él no era ningún mico, era un ladrón que andaba en los techos de las casas!
:::¿Y en Chontales también hay ceguas?
Por aquí también hubo bulla de la cegua. Pero resultó que la cegua era doña Juanita (ríe), que se disfrazaba para asustar al marido que andaba con otra. Doña Juanita amaneció amarrada en la plaza, no llegó a misa ese día y todo el pueblo la vio. Alguien la amarró y la dejó ahí.
:::¿Cuándo pasó eso?
Todos los espantos surgen del sesenta para atrás, cuando no había luz eléctrica.
:::¿Tenemos leyendas de origen indígena?
Los indígenas tenían sus propias leyendas. El cadejo, la carreta nagua y el hombre sin cabeza son indígenas. Los espantos de buena y mala suerte están en todo el mundo. Muchas creencias las trajeron los españoles.
:::¿Entonces tenemos creencias importadas?
Yo quería investigar sobre las creencias de aquí. Le anduve preguntando a todo el mundo. Buscando, buscando fui a parar a Roma, a Grecia, a España, a Noruega. Roma invadió Grecia y a España. Los árabes invadieron España. Todos esos mitos y leyendas de esos lugares, España se los trajo a América y se vinieron a combinar con las propias, las de los aborígenes.
:::Deme algunos ejemplos.
Las mujeres se casan de vestido blanco y eso es invento de los romanos. Significa pureza y cuando una mujer que tiene fama de que no es señorita se va a casar, se casa usando otro color. Pero esas son babosadas que están en la cabeza de la gente. El velo también es romano, que solo el marido tiene derecho de descubrirle el velo. Eso tiene sentido erótico, sexual. La costumbre de echar arroz es de Roma, los romanos echaban trigo porque era símbolo de bienestar y prosperidad. Cuando iban los recién casados en un coche, los romanos amarraban un montón de trastes para que los arrastraran y ahuyentaran a los espíritus y así no invadieran la vida privada de los recién casados.
:::¿Y más allá de las bodas?
La muerte. El luto, el negro, es para que no salga el espíritu del muerto. La corona redonda la usaban los romanos, para lo mismo. Los egipcios también tenían sus creencias. Adoraban al gato, y por adorar al gato los persas les ganaron una guerra, porque llevaron gatos y los egipcios preferiblemente mataban una persona antes que a un gato.
:::Eso, ¿qué tiene que ver con nosotros?
Bueno, todos los mitos que tenemos acerca del gato son de origen egipcio.
:::¿Cuáles otros mitos extranjeros tenemos?
De los españoles, que a uno lo deben enterrar con la cabeza hacia donde sale el Sol, ¿qué te importa a vos cómo te echen al hoyo? El viernes y el martes 13, que si te barren los pies no te vas a casar, que es de mala suerte cruzar debajo de la escalera y abrir la sombrilla dentro de la casa.
:::¿Cuál es el origen de estas creencias?
El miedo y la falta de explicaciones de los temas sobrenaturales. Los griegos inventaron los dioses por eso, por ignorancia, por desconfianza. Le tenían miedo al rayo, a la lluvia.
Nacieron dioses para cada elemento de la naturaleza. Poseidón, del mar; Vulcano,
del fuego; Seus, el dios mayor. Igual los indios tenían dioses a los que les daban sangre joven.
:::¿Usted cree en lo sobrenatural?
Depende. Creo en Dios y eso es sobrenatural.
:::¿Y qué concepto tiene de Dios y del diablo?
Sobre Dios hay supersticiones. Crearon a un señor de barba blanca cuando es un Espíritu que no tiene sexo. Francisco de Asís creía que Dios era una madre, porque su madre era buena y su padre era malo. El diablo es un espíritu maligno, la maldad existe así como existe la bondad, el pecado y el arrepentimiento. También hay muchas supersticiones sobre el diablo. Gustavo Doré, que ilustró la Comedia de Dante (Dante Alighieri, autor de La Divina Comedia ), propuso cómo podían ser los distintos tipos de diablos. La figura con cuernos, mitad cabro ya tiene que ver con la fantasía y el ingenio de la gente. El diablo no puede ser tan feo, si no no lo siguiéramos (ríe). ¡Cuántas creencias nos han venido también del norte de Europa!
:::¿Cuáles?
¡Los duendes! No sé cómo es que si son europeos allá en Cuapa los miran. Allá la gente tiene que desafiarlos porque son burlones, unos son buenos, otros son malos, unos te protegen, otros te agreden. Te revuelven el azúcar con la sal, el arroz con los frijoles, te tiran los trastes, son enamorados. ¡Y subieron un burro a la peña! Más de uno en Cuapa me ha dicho: “Yo lo he visto”. Hasta platican con ellos.
:::¿Por qué esas afirmaciones?
Por cultura la gente aumenta todo lo que oye. Todas esas son mentiras. Pero los pueblos viven de esas mentiras. Y a mucha gente les gustan. Usted mira eso en lo que cree. Hay gente que suda. Le da calentura. ¡Hay gente que escucha a los muertos!
:::¿Cuapa es supersticiosa?
Ahí sale el diablo. Bueno, salía. Han llegado los siete jinetes del Apocalipsis. Y hay gente presuntuosa que hasta ha peleado con el diablo. Dicen: “Hooooras pasamos. No cedimos ninguno de los dos, por último yo ya estaba cansado y le dije: dejémoslo ahí”. En Cuapa se multiplicó la superstición, ahí cualquier gallo te sale en el camino y te baila. Ahí sale el cadejo. Y miraban pasar al diablo por una hendija y luego veían los cascos grabados y sentían el olor del pasto quemado.
:::¿Y los pactos?
Antes, cuando una persona tenía dinero, se atribuía a pacto con el diablo. No perdonan a alguien que prospere. Ahora no es el diablo, es narcotráfico. Algunas veces es cierto, pero otras veces no. No perdonan. Si yo aparezco con un carro nuevo, sacan calculadora y empiezan a hacer cuentas: “A ver este cuánto gana…”.
:::¿Así es el chontaleño?
¡Así es el nicaragüense!, ¡así es el ser humano! La envidia no es patrimonio de Chontales (ríe).
:::¿Pero el chontaleño, en general, es supersticioso?
Sí, sí es supersticioso. La característica del chontaleño es la ganadería y alrededor del ganado hay supersticiones. Si nace un ternero de tal forma es que va a pasar algo. Y hay problemas con la Luna.
:::¿Tiene que ver la superstición con el nivel de educación?
No solo los ignorantes son supersticiosos, también los sabios. Fíjate que los arquitectos no ponen el número trece en los edificios. Todos cruzamos los dedos, la forma de la cruz, como para espantar al diablo. ¡Qué negociazo ha hecho Hollywood aprovechándose de esta cultura!
:::¿Qué dice de Halloween?
Eso no es de aquí.
:::¿De dónde viene la costumbre del brindis?
Ese ¡salud! cuando uno toma es romano, ¿por qué? Porque todos tenían miedo de ser envenenados, entonces cuando alguien recibía una copa creía que ahí venía el veneno. Entonces tenía que brindar con el que le dio la copa y al momento de brindar era para echarle al otro, ¡clac! Y ahí te cayó un poquito.
:::¿Usted ha tenido alguna experiencia sobrenatural?
No… todas tuvieron sus explicaciones. Yo vi a una mujer colgada, pero después de dar chiflidos me acerqué y vi que era una hoja de chagüite tronchada. El problema es que uno personifica. Si uno cree en el cadejo, lo ve. La mitad de las enfermedades que llegan a los centros de salud son inventos, y la gente sufre, esas temperaturas que les dan son verdad. Pero, ¿cómo te va a hablar un muerto si para hablar necesitás aparato fonador?
:::¿De niño no le quitaban el sueño las creencias de su pueblo?
Mi mamá me decía que yo era valiente y agarré la vara (ríe).
Bueno, salgamos de las leyendas. Hábleme de Chontales. ¿Qué ofrece este departamento?
Arqueología, en Cuapa y Villa Sandino. Allí están los petroglíficos numerosos y grandes. Hay como 300 piedras donde hay grabados. En Juigalpa también. Son evidencia de la raza de los chontales.
:::¿Qué más?
Para turismo, la ganadería, el recogimiento, el turismo de hacienda, hay haciendas que son muy bonitas y dormir en los corrales es una buena experiencia. Así conocés más o menos la vida del campista, que desde la madrugada comienza a buscar cómo ordeñar.
:::¿Y si te sale un duende?
Ah, hay que llevar una mochila grande para capturarlo. ¡Eso nunca se ha visto! (ríe).
Ver en la versión impresa las paginas: 20 ,4 ,6