Estos desechos no solo contaminan la laguna de Acahualinca, también la costa suroeste del lago Xolotlán y el aire, que resulta contaminado por gases de dióxido de carbono y metano que emanan de la descomposición de la basura.
Meyling Marín Altamirano y Wilder Pérez R. I Entrega
Dos lagunas muertas, los dos grandes lagos, un barrio de Managua, una bahía en el Caribe, un “edificio” acuático de diez pisos y todas las aguas superficiales de Nicaragua, figuran entre los diez sitios generales más contaminados del país. Gracias a La Chureca y barrios cercanos, Acahualinca lidera el escalafón. Le sigue el río San Juan de Nicaragua, por cortesía de un país “ambientalista” llamado Costa Rica. Y la Bahía de Bluefields hace arrugar la cara en la Costa Caribe.
1.- ACAHUALINCA
Acahualinca debería ser un barrio privilegiado de Managua. Sus costas en el lago Xolotlán, una laguna bajo su jurisdicción y una hermosa vista alrededor, son motivos suficientes para visitar el sitio donde están las pisadas más antiguas del continente americano. Pero, siendo la sede del lugar más contaminado de Nicaragua, la realidad es otra. Como si fuera una tumba del tamaño de cinco canchas de futbol, las flores de lechuguilla, planta que vive en los cuerpos de agua muertos, muestran la situación de su laguna, también llamada Acahualinca.
La lechuguilla es la prueba que en la laguna hay más suciedad que oxígeno y no existe vida acuática. “Es la laguna más contaminada de Nicaragua”, asegura el especialista hidrólogo Salvador Montenegro, del Centro para la Investigaciones de Recursos Acuáticos (CIRA).
Hasta la laguna llegan los lixiviados o líquidos de la descomposición de basura de La Chureca: lo que queda en el fondo de los barriles de basura, el chorro pestilente que van dejando los camiones recolectores de la Alcaldía, los aceites quemados, por mencionar una parte de lo que encontró el CIRA en un estudio reciente.
En su superficie flotan los desechos provenientes de unas 40 casas ubicadas alrededor de la laguna, más las aguas servidas de una parte del barrio. Irónicamente, los churequeros que trabajan para Reciclajes de Nicaragua SA. (Recinsa) la usan como depósito de los desechos que la empresa no puede transformar, como la manera fácil de deshacerse de lo que no les sirve.A pesar de las mejoras que trajo la transformación de La Chureca, convertido ahora en vertedero sanitario (una especie de acopio controlado de basura), Acahualinca se mantiene como el lugar más contaminado, porque es un cerro de basura de 42 manzanas de extensión y más de cinco metros de altura.
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2.- EL RÍO SAN JUAN DE NICARAGUA
El río San Juan de Nicaragua no aparecería en un lugar tan alto de no ser por la carretera que el Gobierno de Costa Rica construye junto a su cauce. Antes era un río contaminado como cualquier otro en el país, teniendo como fuentes principales de contaminación los municipios de San Carlos, Sábalos y El Castillo.
Sin embargo, hoy en día recibe los desperdicios del país más tóxico del mundo, tal como reconoció la Universidad de Costa Rica el año pasado.
Producto de esos 160 kilómetros de carretera nueva al sur de la frontera, el río ya no recibe 3,800 toneladas de sedimentos por día, ahora recibe al menos 38,000 toneladas diarias, cada una con una cantidad de agroquímicos insuperable, pues las 112 libras de pesticidas que consume Costa Rica por hectárea no se equiparan a ningún otro país.
La contaminación costarricense es inevitable, porque la cuenca del San Juan es transfronteriza, es decir, que dos terceras partes están en Nicaragua, incluyendo el cauce, y un tercio en Costa Rica.
Esto ya provocó que los camarones de río abandonaran su hábitat entre El Castillo y el Delta. Además, los puntos críticos de exigencia, cuya situación fue considerada como urgentemente grave, en un estudio reciente, pasaron de 32 a 300 desde que inició la construcción de la vía costarricense.
Los efectos de la sedimentación no solo comprometen a las generaciones actuales de las especies, sino también a las futuras, ya que el agua pasó de ser cristalina a lodosa, reduciendo el oxígeno, alimento y libre desplazamiento de la fauna y flora acuática.Eso sin tomar en cuenta que en los últimos 100 años, el lecho del río se elevó en siete metros, es decir, que hay siete metros menos de profundidad, gracias a la sedimentación que recibe, aunque en su mayoría proviene desde Costa Rica, de acuerdo con investigaciones de la Fundación Amigos del Río (Fundar).
Los aceites son probablemente los enemigos más silenciosos del río. Llegan desde las plantaciones de palma africana de Nicaragua y Costa Rica, aunque este último país también empezó a contaminar con derivados de hidrocarburos.
La situación solo promete ser peor, ya que Costa Rica continuará con la construcción de la carretera y Nicaragua no puede controlar la contaminación en una zona boscosa.
3.- BAHÍA DE BLUEFIELDS
Debería ser un centro turístico, pero es el destino final de los desechos líquidos y sólidos de mercados, viviendas, la industria procesadora de productos marinos, empresas de carne, la generadora eléctrica y los almacenes de combustibles.“La ciudad no cuenta con tratamiento de las aguas servidas, agua potable y relleno sanitario”, dijo Abraham Mayorga, encargado de Salud Ambiental del Silais de Bluefields.
El barrio El Canal lo ejemplifica todo. Tiene unas 400 viviendas, a las que solo se puede llegar a pie, no hay espacio para que entren los camiones recolectores de basura, por eso los andenes y cauces hacen de basureros improvisados.La bahía recibe cinco de las 23 toneladas de basura que producen a diario, por limitaciones de la Alcaldía. También es contaminada con sedimentos y agroquímicos de toda su cuenca.
“Antes podíamos tirarnos de cabeza desde el muelle y nadar… ahora si lo haces te caes en fango producto de la sedimentación”, lamenta Juan Francisco Mendoza, funcionario de la Uraccan.
La contaminación acabó con especies como el pez roncador, la corvina y monstruo.
No hay esperanzas de que las cosas cambien en Bluefields. Los representantes de los gobiernos local y estatal deslindan responsabilidades, la Alcaldía acusa al Ministerio de Salud, este al Gobierno Regional, que a su vez apunta a la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal), y la lista de instituciones es tan amplia como la de los señalamientos.