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Boleros en Haikus

Las letras de la música de boleros y rancheras escuchadas en roconolas en noches de pasiones y bohemias han sido llevadas a poemas de tres versos por el poeta y cineasta Rafael Vargarruiz, en su nuevo libro

Arnulfo Agüero

Las letras de la música de boleros y rancheras escuchadas en roconolas en noches de pasiones y bohemias han sido llevadas a poemas de tres versos por el poeta y cineasta Rafael Vargarruiz, en su nuevo libro Los haikus de la sangre escarlata y el bolero perdido en el fondo del mar .

Para hoy a las 6:30 p.m., en la Biblioteca del Banco Central de Nicaragua, el poeta ha organizado lecturas, declamaciones y canciones sobre sus haikus inspirados en canciones como Un mundo raro , de José Alfredo Jiménez; Cada noche un amor , de Agustín Lara; o La diferencia , de Juan Gabriel.

[doap_box title=”Haikus” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

5.6 (De las mentiras)
y al besarme
arácnida cruel, matas
el fruto/besos

11.2 (De lo que somos)
somos dos gotas
a la canción disueltas
¡ nada más somos!

12.1 (De las enredaderas)
¡que me importa!
abrázame muy fuerte
férrea cual hiedra

[/doap_box]

De su poemario, el poeta Carlos Perezalonso dice que “Vargarruiz evoca de manera contundente canciones de letras demoledoras y las concentra en poesía hai-ku”.

Así sintetiza otras canciones como Bésame mucho, Soy lo prohibido, Reloj, La Mentira, Un mundo raro, Contigo aprendí , y La hiedra , esta última también escuchada por sus padres en su años de romances.

En este recital “al alimón” (entre varios manos) le acompañarán Gabriel Traversari, Miriam Hebé, Evelyn Martínez, la cantante Cristiana y el mariachi Rey de América.

“Todo mi mundo está relacionado con música”, confiesa el escritor al referirse a este poemario de versos breves que son como una parodia a las letras de boleros.

“Vos metés un peso en una roconola y podés escuchar a Sarita Montiel, por ejemplo, su música no muere”, dice Vargarruiz, quien confiesa que no pudo estudiar música porque no tiene oído afinado para destacar en este campo.

Le hubiese gustado ser cantante porque estos —expresa— son inmortales, su música siempre se escucha en el tiempo. “Ellos tienen una vivencia más grande que los poetas y escritores”.

Entre sus libros publicados se encuentran ¡Lima, limón! , 1995, Del Universo y el cabaret donde el poeta perdió su reloj , 2010; y una mezcla de poesía y narrativa, con Lobo Jack , 1998, y Veinte mujeres abandonadas, catorce hombres, un perro y un chocoyo , 2007.

“O sea estoy atrapado en un mundo musical, en las roconolas o un buen equipo digital, que puedan tener unas diez mil canciones, con música mexicana, Latinoamérica o española, como Sandro, Rafael, Los Bukis, Enrique Bunbury, Los Héroes del Silencio… podés saltar épocas. También escucho música francesa y brasileña”.

Sobre el proceso de su escritura, prefiere dejar salir su versos como en “lluvias de ideas” sin interrumpirlas. La música es un aditivo vital en estos momentos que escribe, después en horas de silencio las revisa y corrige.

Cultura boleros Haikus archivo

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