Ciudad del Vaticano/EFE/AFP
El papa Benedicto XVI emprende hoy su segundo viaje a América Latina, donde vive casi la mitad de los más de 1,200 millones de católicos del planeta, para impulsar una nueva evangelización y exhortar a sus habitantes a la reconciliación y a luchar contra la violencia, el narcotráfico y la injusticia, y a favor de la paz.
Pero también encontrará una Iglesia católica más visible, convertida en interlocutora con el Gobierno.
El secretario de Estado del Vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, desestimó insinuaciones de que el gobierno comunista podría explotar el inminente viaje de Benedicto XVI como herramienta de propaganda, y opinó que la visita contribuirá a promover la democracia en la isla.
Opositores en España piden que en su visita el papa abogue por los presos políticos y un lugar destacado para las Damas de Blanco y líderes laicos cristianos de la oposición.
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“Invito a todos a acompañarme con su cercanía espiritual, para que en esta visita se cosechen abundantes frutos de vida cristiana y renovación eclesial, que contribuyan al auténtico progreso de esos pueblos”, dijo el papa en la vigilia del viaje.
Benedicto XVI, de casi 85 años, estuvo en el 2007 en Brasil. Ahora vuelve a estos países para proclamar de nuevo el evangelio a los pueblos evangelizados hace 500 años, y que siguen siendo fieles a la Iglesia, pero en los que avanza la secularización y la penetración de las sectas.
Durante su visita, el santo padre animará a los católicos a defender la vida humana desde su concepción y la tutela de la familia.
¿QUÉ HALLARÁ EN MÉXICO?
Benedicto XVI encontrará un país enfrentado a la violencia y el narcotráfico, y una nación que se prepara para las elecciones presidenciales el 1 de julio.
Además, las víctimas de pedofilia por parte de curas le pedirán que los culpables respondan en tribunales civiles, en especial en los casos cometidos por los Legionarios de Cristo, congregación fundada por el sacerdote mexicano Marcial Maciel.
Saúl Barrales, quien en su adolescencia fue asistente de Maciel, asegura que el ahora papa supo tempranamente de los abusos de este cura, fallecido en el 2008. Joseph Ratzinger estuvo desde 1981 al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, cuando cobraron fuerza las denuncias por abusos sexuales y otras irregularidades cometidas por Maciel.
En ambientes políticos, la visita levanta suspicacias, ya que solo se entrevistará con el presidente, Felipe Calderón, lo que se considera como un apoyo al Partido Acción Nacional (PAN), en el poder.