EFE/VIDA
Un 3D poco logrado, unas batallas a las que les falta personal humano y una historia endeble es lo que ofrece Wrath of the Titans , la continuación de Clash of the Titans , en la que Sam Worthington, Liam Neeson y Ralph Fiennes retoman sus papeles de Perseo, Zeus y Hades.
La presencia de estos tres actores es lo mejor de una película que no aporta nada nuevo y que se limita a estirar un producto que funcionó bien en taquilla (casi 500 millones de dólares en todo el mundo) y que repite esquemas vistos una y mil veces en el cine.
Los efectos especiales logran su cometido de hacer creíbles a personajes increíbles.
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