Managua/ACAN-EFE
El viceministro del Ambiente y Recursos Naturales (Marena), Roberto Araquistáin, declaró hoy a medios locales que las autoridades ahora se dedican a la limpieza de Costa Azul, una playa ubicada en Puerto Sandino, en el Océano Pacífico, donde ocurrió la fuga de petróleo la semana pasada.
“Está controlada la fuente de fuga del petróleo, estamos trabajando en la limpieza del sistema del ecosistema”, dijo.
El funcionario no precisó cuánto petróleo se derramó sobre Costa Azul. Un experto en temas ambientales, Kamilo Lara, indicó hoy a Acan-Efe que Costa Azul fue contaminada con unos 7.600 litros de petróleo.
Agregó que en las labores de limpieza se han sustraído hasta ahora unos 30 metros cúbicos de arena y tierra contaminada. La fuga de petróleo, detectada por el Ejecutivo el pasado 3 de abril, fue atribuida a una tubería rota y en desuso en una planta que pertenece a la privada Generadora Eléctrica de Occidente S.A. (Geosa).
Según las autoridades, la fuga de petróleo afectó un área de 1,5 hectáreas y se localizó “en la parte donde está la tubería de trasiego de la empresa Geosa”. Esa tubería, que ya ha sido sellada, fue construida hace 50 años, explicó Araquistáin.
En un primer momento, el Marena atribuyó el derrame a la empresa Puma Energy, cuyo gerente general en Nicaragua, Daniel Mencía, negó alguna responsabilidad en el incidente, en una declaración escrita enviada la semana pasada a Acan-Efe.
En las labores de limpieza en Costa Azul participan expertos de la empresa mixta petrolera Alba de Nicaragua S.A. (Albanisa); de Puma Energy; y también de Geosa, así como ambientalistas ligados al Gobierno, precisó Araquistáin.
El derrame ocurrió en el mismo sector donde hace cinco años fue colocada la piedra fundacional de una refinería, financiada por Venezuela y bautizada como El Supremo Sueño de Bolívar, en Puerto Sandino, municipio de Nagarote y a 90 kilómetros al oeste de Managua.