14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Alejandro A. Tagliavini

Dios no es fascista

Y como no es fascista, claramente, Cristina Kirchner no es dios por mucho que lo intente. La característica del fascismo es que utiliza, de manera extrema, el monopolio de la violencia que se arroga el Estado para “organizar” a la sociedad. Santo Tomás decía que el cosmos fue creado por Dios con un orden (el “natural”) que se ve en la sabiduría con que se desarrolla la naturaleza, y aquello que contrariaba lo natural y lo voluntario era la violencia siempre destructiva y jamás justa, ya que justo es aquello que se “ajusta” a su naturaleza. Peor, va directamente contra Dios, es el mal, el “diablo”.

La soberbia del hombre, que se rebela contra la naturaleza, tiene su manifestación filosófica en el racionalismo que cree que la razón humana es dios y puede diseñar un “orden” social que, al no darse naturalmente, espontáneamente, tiene que imponerlo violentamente, con el poder de policía. Ahora, cuando este “orden” empieza a fracasar (ya que la violencia destruye), como la soberbia impide una corrección, suele aumentar la violencia para someter lo que naturalmente se les va rebelando. El caso de la expropiación de YPF es un buen ejemplo.

[doap_box title=”” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

  • El fascismo peronista, que cree que puede crear un “orden” superior al mercado natural, impuso al sector energético muchas regulaciones. El gobierno español cometería error si contesta al neofascismo con medidas coactivas, por el contrario, debería bajar impuestos y dar más libertad a sus empresas, de modo que puedan soportar mejor la violencia.

[/doap_box]

El fascismo peronista, que cree que puede crear un “orden” superior al mercado natural, impuso al sector energético muchas regulaciones (coacciones en base al poder de policía) como, por caso, un “precio máximo” de US$$42 el barril cuando el precio internacional es de 108. Irónicamente, dicho sea, el precio al público era alto (20 por ciento superior al de EE. UU.), debido a los impuestos que, recordemos, se recaudan coactivamente.

El resultado obvio fue que las empresas dejaron de invertir, por falta de rentabilidad, dadas estas regulaciones y Argentina, que era exportadora de energía, pasó a importar. En 2003 todavía conservaba una balanza comercial energética favorable de US$$4,864 millones, desde entonces las importaciones aumentaron 1,600 por ciento provocando un déficit, en 2011, de US$$2,931 millones. Y es verdad que YPF casi no invertía. Entre 1999 y 2011 sus utilidades netas sumaron US$$16,450 millones, de los cuales se repartieron, entre los accionistas, 13,246 millones. Pero, ¿quién invertiría frente a tan baja rentabilidad?

Pero la soberbia, lejos de reconocer su fracaso, insiste en imponerse aplicando aun más violencia, entrando con la Policía a la sede de YPF, expropiando y echando a sus directores, lo que empeorará las cosas. Además del conflicto, interior y exterior al país, y de la ineficiencia (debido a que se manejan con criterios políticos, coactivos, y no en el mercado voluntario) de las empresas de los políticos (“empresas estatales”), esto endeudará a un gobierno con escaso crédito. Solo la inversión necesaria en YPF sería de unos US$$12,000 millones en tres años, cifra astronómica para Argentina, además de otros 12,000 millones en 2012 para importaciones hasta completar el supuesto autoabastecimiento y los US$$13,000 millones que exige Repsol como compensación por la expropiación.

Como es imposible que sean dioses, los violentos terminarán autodestruyéndose, de modo que es cuestión de paciencia y responderles con paz, porque si se le hace con violencia (coacción, ergo, con menos libertad) se les justificará. El gobierno español cometería error si contesta al neofascismo con medidas coactivas, por el contrario, debería bajar impuestos y dar más libertad a sus empresas, de modo que puedan soportar mejor la violencia.  

El autor es Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California.

Opinión Dios fascista archivo

COMENTARIOS

  1. Ricardo Cuadra
    Hace 12 años

    El autor confunde el ser autoritario con el sistema fascista, el cual tiene caracteristicas adicionales a las que el autor alude. Pues el fascismo establece que existe una clase iluminada que debe llevar los rumbos de una nación, y que los demás solo deben seguir. Algo muy parecido al adagio cristianos: Muchos son los llamados y pocos los escogidos. Además se le olvida al autor que el propio Tomas de Aquino justificaba la violencia en su famosa alusión a la “Guerra Justa”.

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí