Por Eduardo Cruz
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Las puertas del Palacio Nacional fueron abiertas a la poblacion sandinista para que pudieran desfilar frente al féretro del comandante Tomás Borge, bajo una estricta vigilancia de la Policia Nacional, la Juventud Sandinista, trabajadores del Estado y otras estructueras del FSLN.
Hasta el momento los asistentes han sido principalmente ciudadanos comunes y pocas personalidades, entre ellas Paul Oquist, secretario de la Presidencia, quien ensalzó la lucha de Borge durante la dinastía somocista “para sentar las bases de la nueva Nicaragua”. Hace pocos minutos tambié se presentó la alcaldesa de Managua, Daysi Torres.
Carlos Mejicano, funcionario y allegado a la familia presidencial, indicó que hasta el momento el comandante “está siendo visitado por el pueblo”.
El féretro de Tomás Borge se encuentra en la parte alta del Palacio Nacional, rodeado por decenas ofrendas florales y de banderas rojinegras.
El gobierno anunció que Borge será sepultado al lado del jefe de la revolución sandinista y también fundador del FSLN, Carlos Fonseca Amador, en la Plaza de la Revolución en Managua, cerca del Lago Xolotlán.
Las honras fúnebres en honor a Borge se extenderán hasta el próximo jueves, cuando sea enterrado, informó la primera dama nicaragüense y portavoz del Ejecutivo, Rosario Murillo.
El Gobierno nicaragüense suspendió las actividades previstas por el Día de los Trabajadores y citó a los sandinistas al Palacio Nacional de la Cultura para despedirse del dirigente histórico del FSLN.