Pablo Fletes
Bajo la dirección de su entrenador Marcos Caballero, el excampeón Rosendo Álvarez realizó, después de seis años de ausencia, su primera sesión de entrenamientos en Nicaragua con miras a su retorno programado a finales de mes.
“Este es un proyecto de 5 años, pero si no funciona en 3 renuncio. Yo soy un hombre exigente y quiero sacar estrellas del boxeo de Nicaragua, porque las hay”, dijo Álvarez. “Lo que pasa es que necesitamos cambiar el sistema boxístico en Nicaragua. Todos los peleadores siguen boxeando igual que hace 12 o 15 años, y tienen que modernizarse”, añadió.
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Rosendo trabajó este miércoles poco más de dos horas en el gimnasio Róger Deshón, del barrio San Judas.
Obviamente, acaparó la atención de una buena cantidad de púgiles que a esa hora se ejercitan en ese populoso gimnasio.
Para muchos, era la primera vez que veían al excampeón mínimo y minimosca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), quien está empeñado en regresar al ring a la nada recomendable edad de 42 años.
“Me siento contento de estar en Nicaragua, ver tantos jóvenes que practican el boxeo en este gimnasio”, dijo Rosendo.
“Me gusta ver que tienen aspiraciones y sueños de ser campeones mundiales, como yo lo fui en parte de mi vida. Eso me da motivación a mí también, y me siento contento de estar con mi gente en Nicaragua”, añadió.
Aunque un poco de mala gana, Rosendo aceptó que regresará al ring para ganar dinero, como lo hacen todos los boxeadores profesionales en el mundo.
Y reiteró que, por su orgullo personal, no se permitía regresar a Nicaragua sin un proyecto claro que le aportara a trabajar en el boxeo nacional.
“El orgullo que tengo es conmigo mismo. Dije que no volvería sin tener la gloria de Dios, y pienso que con este proyecto de dirigir una academia de alto rendimiento en Nicaragua, ser representante del CMB, es algo muy grande”, reiteró.
Sin importar lo que suceda en esa pelea del 26 de mayo ante el chontaleño Álvaro Pérez, Rosendo afirmó que se quedará en Nicaragua para acompañar a su madre, Celina Hernández, de quien se separó durante los últimos seis años.
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