Wilder Pérez R.
Alberto Cabezas, el costarricense que demandó a su Gobierno por no ofrecer cuentas claras sobre la carretera que construye junto al río San Juan, buscará refugio “oficial” en el Estado de Nicaragua.
Cabezas ya inició las vueltas para lograr el beneficio migratorio de asilo político.
“No pensaba en nada de esto, pero han sucedido cosas que me obligan desde que la presidente (Laura) Chinchilla reconoció que hubo actos de corrupción en la construcción de la carretera”, aseguró el ciudadano de Costa Rica.
Cabezas lleva cinco meses viviendo en Nicaragua. Vino en diciembre a pasar 15 días de vacaciones, pero recibió amenazas de muerte desde Costa Rica por su denuncia, entonces decidió quedarse hasta que todo se solucione, por razones de seguridad.
Sin embargo, la situación aparentemente se puso incómoda desde el anuncio de corrupción de Chinchilla, quien aprovechó aquella rueda de prensa para llamar “enemigos” a los nicaragüenses.
“Creo que voy a permanecer cinco años más, es que ya no puedo volver a mi país. Yo denuncié, me dijeron de todo, y resulta que Chinchilla terminó reconociéndolo después, no sé qué pueda pasar”, expresó Cabezas.
A través de su fundación Déjame Vivir en Paz, Cabezas pidió al Gobierno de Costa Rica explicaciones sobre la carretera, sin que haya obtenido respuesta por parte de la justicia costarricense.
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