2012FE52 es el nombre del código del asteroide que Isadriana Zelaya y Othman Salama descubrieron junto a tres estudiantes más del colegio Pierre y Marie Curie.
Ellos participaron en una convocatoria organizada por la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA), con el objetivo de que chavalos de todos partes del mundo colaborarán en la búsqueda internacional astronómica.
Ellos recibieron un software especial por parte de la NASA y por medio de un set de imágenes que les enviaban, monitorearon durante un par de semanas, miles de escenarios siderales.
Pero al monitorear el cinturón de asteroides, entre los planetas Marte y Júpiter, localizaron a un nuevo asteroide que se movía en línea recta, presentaba señales de ruido y con una magnitud estable; ¡Ojo! y a 230 millones de kilómetros de la tierra.
Las largas tardes y noches de trabajo habían tenido su recompensa. El ingeniero Wilmer J. Mestayer, profesor de estos chavalos recibió su reporte y él mismo semanas más tarde les leyó el correo en el que NASA confirmaba el descubrimiento.
“Ellos (la NASA) ahora están estudiando al asteroide para confirmar que tenga un comportamiento estable”, comenta con una sonrisa en los labios Isadriana, quien considera este descubrimiento como algo muy simbólico para Nicaragua.
PRIMEROS AVISTAMIENTOS
Isadriana y Othman son estudiantes activos del sexto año de secundaria, y comentan que desde pequeños asistían a la contemplación de lluvias de estrellas y eclipses solares y lunares, que organizaba Jaime Incer Barquero en su colegio.
Desde entonces nació en ellos el interés por conocer cómo se mueve el universo. “Yo siento cierta atracción hacia la ciencia, pero quiero estudiar Economía”, comenta Isadriana.
En cambio Othman quiere estudiar Ingeniería en Computación “porque me gusta matemática” afirma este chavalo que es de ascendencia árabe, a semejanza de Muyahed Al-Khufash otro de los chicos que participó en el descubrimiento del asteroide.
Este último junto a Andrea Rodríguez y Jimmy Hodgson se encuentra de viaje por Europa como parte del programa escolar del último año.
AVANCE PARA NICARAGUA
“Este descubrimiento nos ha enseñado que somos capaces de salir adelante, lo que tenemos que hacer en Nicaragua es cambiar nuestra mentalidad, pues con los recursos que tenemos es posible hacer nuevos cambios”, comenta el profesor Mestayer, quien como tutor de estos chavalos, desempeñó un papel muy importante al creer en sus capacidades y conocimientos.
Dentro de algunos años se bautizará al asteroide 2012FE52 con un nombre representativo de Nicaragua. “Queremos que sea un nombre que nos identifique como nicaragüenses”.
Mientras ese día llegue, recordá cada vez que contemples el firmamento, que en un punto determinado del universo a 230 millones de kilómetros de la Tierra, se mueve un asteroide que fue divisado por primera vez por cinco chavalos de Nicaragua.
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